Alto Biobío: Crece demanda de matrículas para jardines infantiles y colegios

Pensar que hay niños que están en lista de espera puede ser considerado malo, sin embargo la alegría nace por que los padres pehuenches reconocieron la importancia de la educación y han decidido acudir al llamado del Estado chileno y llevar a sus niños a las salas cunas, jardines, colegios, liceos y hoy a la universidad.

Como dato, en 2012 la Escuela de Pitril tenía una matrícula de 40 alumnos, en 2017 hay 110 niños en clases y se alza como uno de los establecimientos con excelencia académica.

En el caso de la escuela E-970 Concentración Fronteriza la matrícula, simplemente se disparó llegando a 278 alumnos lo que ha llevado a tener hasta 60 escolares en un mismo curso, por lo que se debió dividir.

Tan importante como eso, dijo la directora provincial de educación, Mónica Colin es que en la actualidad existen 15 egresados de Enseñanza Media matriculados con gratuidad en instituciones de educación superior.

Respecto de lo que calificó como un hermoso problema, Colin dijo que “estamos súper contentos con este trabajo. Ha sido fundamental preocuparnos de Alto Biobío. Todavía nos falta mejorar la calidad, pero ya la cobertura la sobrepasamos con los establecimientos municipales y eso significa que hoy día los niños de comunidades que antes no eran enviados a la sala cuna o al kínder hoy sí van”.

A juicio de la autoridad, este ha sido un trabajo lento y silencioso que ha permitido que la comunidad originaria confíe en el Estado pues “ellos están tomando conciencia que la educación es el único camino que les va a permitir salir de la pobreza y es así como jardines infantiles que están funcionando están sobrepasados, tienen lista de espera”.

En este sentido, la representante de Educación en Biobío dijo que ya conversaron con Nivaldo Piñaleo para pedirle la ayuda con un terreno donde se podría construir otro jardín, “estábamos hablando con el seremi de Educación y yo se lo anticipé cuando asumí, que la cobertura en educación prebásica en Alto Biobío se iba a ver sobrepasada, por eso hemos hablado con el alcalde para que ellos den la facilidad de terreno para construir jardines, pues es la única manera de cortar el círculo de la pobreza”.

En cuando a la enseñanza básica, se mostró orgullosa pues reconoció que “hay escuelas municipales en que los cursos se han tenido que dividir porque no pueden funcionar con 60 alumnos, como es el caso de la Escuela de Pitril, que ha tenido excelentes resultados académicos”.

Pero el trabajo no termina ahí, pues en el último año de mandato Mónica Colin resaltó la importancia de la gratuidad en la alta cordillera y mostró una vez más su felicidad al decir que “estoy muy contenta, de verdad, de ver cómo los niños de cuarto medio que egresaban del Liceo de Ralco y que se quedaban en su casa, hoy accedieron a la educación superior de forma gratuita, entonces deben aprovechar estas instancias, todos los jóvenes en condiciones económicas vulnerables pueden decir yo quiero estudiar una profesión y lo voy a lograr, tal como lo hacen estos 15 jóvenes.”