Los padres deberían ser responsables penalmente por sus hijos

El martes pasado en la comuna de Colina en la Región Metropolitana, un menor de sólo 11 años, murió atropellado, mientras escapaba de robar un supermercado en el sector de Chicureo. Un pequeño que debería estar al completo cuidado de sus padres, jugando, estudiando o disfrutando de los procesos de crecimiento, simplemente se encontraba delinquiendo.

Esto abre nuevamente el tema de responsabilidad que tienen los padres de estos pequeños en los actos que cometen.

¿Qué hace un niño de 11 años robando? las redes sociales, se inundan de opiniones que defienden su actuar por la situación económica en que viven, sin embargo, tener una condición social precaria no es sinónimo de comportarse como antisocial y eso lo saben miles y quizás millones de chilenos que en un caso similar, aprenden que las cosas se ganan con esfuerzo y sacrificio.

El muchacho, iba acompañado de otros menores que fueron detenidos y entregados más tarde a los padres y aquí hay un punto clave. ¿Por qué si los menores de 14 años son inimputables ante la ley, sus padres, tutores legales y responsables de lo que hacen sus hijos, no pagan por estos delitos? ¿por qué si perjudican con su falta de actuar a las futuras generaciones, no tienen un castigo? es hora de que las familias comiencen a hacerse cargo de estos hechos. Quizás no con penas de cárcel, pero sí algún castigo legal por no responder al mandato de una sociedad. Labores comunitarias u otras medidas que los hagan entrar en razón. La RAE define a un padre o una madre como el “hombre o mujer que tiene una familia a su cuidado”, pero en estos casos, al permitir que los pequeños infantes anden robando por las calles, a las personas o a las tiendas, claramente han fracasado en este rol.

Asimismo, a nivel gubernamental, es necesario que se actúe con celeridad en mejorar las condiciones de habitabilidad, acompañamiento y cuidados de los menores en los centros del Sename. Importante sería poder trabajar con ellos las herramientas necesarias para traspasar los valores que la familia ha sido incapaz de concretar.

La muerte de este pequeño de 11 años en Santiago, es un ejemplo de lo que está ocurriendo a nivel de nuestro país y este deceso, es responsabilidad principal de su familia. Ellos son los culpables de que hoy no esté. Nadie más.

Lo mismo ocurre en este y otros sectores socioeconómicos de la sociedad donde la droga, los abortos ilegales, los accidentes de tránsito al volante o tantos otros ilícitos, protagonizados por adolescentes o derechamente niños, se cometen producto de una familia ausente.

Es hora que hagamos un alto como padres, como familia y analicemos lo que esperamos de nuestros seres queridos. ¿Los apoyaremos? ¿los sacaremos adelante o los dejaremos a la deriva?