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La Tribuna

Gabriel Sandoval asoma como el recambio natural para el taekwondo local

por Nicolas Irribarra Irribarra

Este joven angelino, que ya ha tenido una gran trayectoria en las artes marciales, aspira a llegar un día a defender al país en la selección chilena de la disciplina.

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Gabriel Sandoval Contreras, de 19 años, ha practicado desde pequeño el taekwondo, empezando en un taller que realizaba su colegio, impartido por un inspector del establecimiento.

Fue ahí cuando comenzó poco a poco a tomar el gustito por las artes marciales, integrándose incluso a una academia que estaba frente al Mall. Dicha instancia se cerró, por lo que ahora entrena con su padre, Omar Sandoval.

“Cuando era pequeño me gustaba el fútbol, pero después me dejó de gustar, y escogí otra cosa que me gustara más, y encontré el taekwondo y me gustó, y hasta el día de hoy sigo practicando, desde los 10 años. Los logros que he obtenido es la actividad física y viajar a Argentina representando a la región, y obtuvimos el primer lugar con el equipo TK5. Se trata de cinco competidores, entra un minuto y medio cada uno. También la copa Korea, que se hace en Santiago, uno de los campeonatos más importantes del país, donde van escuelas de todos lados, donde obtuve el tercer lugar”, comentó.

Además, añadió que “ahora último fui a Panguipulli, torneo grande con distintas modalidades, y competí en formas (poomsae), sacando el segundo lugar, así que he obtenido varios puestos en torneos actuales”.

Para este atleta, lo más difícil de dedicarse a esta disciplina es “la parte técnica, porque hay que aprenderse el vocabulario y mantenerse a ritmo con la disciplina, porque como toda arte marcial, tiene sus reglas y normas. Ir siempre a entrenar y estar siempre ahí para apoyar al instructor si un alumno necesita apoyo. Porque uno siempre tiene que hacer, pero también hay que hacer sacrificios para entrenar”.

Entre esos sacrificios tuvo que pasar uno de sus cumpleaños en pleno campeonato, incluso a su madre también le tocó, pero dice que “como estamos todos juntos, es como una familia, mi segunda familia, y con ellos lo pasamos bien. Uno igual sale después, pero poco. Al principio es caro el taekwondo, cuando hay que comprarse la implementación. Cuando uno empieza parte con un buzo, pero después tiene que comprarse un dobok; si le gusta el combate, tiene que comprarse las protecciones, que es lo que me gusta a mí. Hay que tener para el antebrazo, zona inguinal, la rodillera y el bucal, en caso de recibir algún golpe o patada”.

A PURO ESFUERZO

Normalmente, los gastos que implica esta arte marcial los ha costeado el padre -que también es el instructor-, pero Gabriel no se ha quedado tranquilo, por lo que también ayuda en la medida de lo posible.

“Yo antes estaba trabajando y con eso apoyaba si es que faltaba algo, sacábamos dinero ahí para financiar incluso a nuestros competidores para que pudieran participar”, dijo.

Sus estudios los hizo en la escuela Pedro Ruiz Aldea, la enseñanza media la realizó en liceo comercial Diego Portales Palazuelos sacando la especialidad de técnico en contabilidad, y ahora está ad portas de entrar al Virginio Gómez para estudiar técnico en enfermería.

“(Todo esto es compatible) sí, porque con la enfermería puedo ayudar si es que alguien tiene alguna lesión, puedo dar algún consejo sobre qué se puede hacer, cómo cuidarse. Quiero que cada una esté complementada, porque es algo que a mí me gusta, porque quiero seguir más adelante y ojalá llegar a maestro, incluso llegar a la selección. Yo soy cinturón negro, primer dan, en categoría adulto”, manifestó.

También señaló que como primer dan ya cuenta con las facultades para dar clases, pero siempre debe estar supervisado por un superior, que sería un cuarto dan.

“Las habilidades que uno tiene, como llevo mucho tiempo, sería de defenderme, pero para salir de una agresión sin causar tanto daño a una persona, para no meterme en problemas, porque si se le hace mucho daño, él lo puede usar en mi contra. Tengo que tener la tranquilidad y habilidad para desarmar a un sujeto y poder salir. Hay que andar tranquilo, porque creen que uno por ser cinturón negro anda buscando pelea, y no es así”, aseguró.

En lo que viene para este joven atleta de las artes marciales, está el ir a la copa Korea en Santiago, que sería en el mes de agosto, e incrementar la cantidad de campeonatos para este año, sobre todo en modalidad poomsae (formas).

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