Manejemos con cuidado

Esta semana fue negra para nuestra provincia de Biobío en materia de accidentes de tránsito. Cinco personas perdieron la vida y otras tantas resultaron con lesiones de diversa consideración.

Descuido e irresponsabilidad son parte importante de estos hechos en la mayoría de las ocasiones.

Lo triste es que no es normal que en sólo una semana aumenten de tal manera los muertos por esta causa.

Muchas familias se encuentran actualmente de vacaciones o aprovechan los fines de semana para recorrer los lugares naturales que tiene este, nuestro hermoso territorio, pero lamentablemente, no ponemos atención en los pasajeros que nos acompañan y que son lo más valioso que tenemos.

Hace mucho tiempo que no vivíamos una semana tan trágica, al menos desde diciembre de 2015, cuando un brutal accidente cobró la vida de seis personas en la ruta que une a Concepción con Cabrero.

Es hora de que comencemos a tomar conciencia de los riesgos que implica estar al volante sin tomar las precauciones, ya sea en cosas simples como el vestuario con los zapatos correspondientes, a cosas más serias como el consumo de alcohol, que es el principal gatillante de estas tragedias la mayoría de las veces.

Lo mismo sucede para los peatones. El día miércoles pasado, una mujer perdió la vida en pleno centro angelino tras ser alcanzada por la rueda trasera de un bus.

En reiteradas ocasiones, el transeúnte es el que comete más imprudencias que llevan a generar estos accidentes.

Cruzar por zonas no autoridades o sin la debida precaución, no respetar los semáforos, o simplemente no ir atento a lo que ocurre al caminar, fácilmente nos pueden llevar a un desenlace fatal.

Por todas las razones anteriormente mencionadas, se hace importante que en estos temas se eduquen las familias, que se aproveche el almuerzo familiar del fin de semana para que se aborden estos asuntos con el núcleo más íntimo.

La educación vial pasa por ser un conductor y un peatón responsable.

En ese sentido, nuestro país tiene cifras tristes. En la actualidad, de los países de la OCDE, Chile posee la mayor cantidad de peatones muertos en accidentes de tránsito al año. Además, el 40% de las personas que no sobreviven a estos incidentes son quienes iban por la calle o las veredas, y no los conductores.

Asimismo, cabe indicar que la principal causa de muerte de las personas entre 15 y 29 años son precisamente estos hechos.

Por lo tanto, tenemos una responsabilidad como sociedad de actuar frente a este problema cultural que día a día nos quita a nuestros seres más queridos, y de esta manera generar el cambio.

No sirve de nada que se creen leyes para condenar las irresponsabilidades, si como personas no somos capaces de usar el sentido común.

Evitar la muerte imprudente es totalmente posible; sólo requiere que usemos un poco nuestro cerebro y la conciencia para que le tomemos la importancia a lo que significa conducir un automóvil o vehículo, y lo más relevante, el valor de la vida humana.