No existen las pócimas mágicas para adelgazar

Esta semana el Sernac denunció a siete empresas por publicidad engañosa en productos adelgazantes, situación que nos permite hacer una reflexión acerca de los mecanismos que utilizan también, las personas para perder peso.

Imágenes prometedoras de una mujer o un hombre con una huincha de medir en su abdomen, prometiendo perder grasa rápidamente, muchas veces nos ciegan.

Pero en ocasiones como esta, lo que se ve no es verdad.

La investigación del Servicio Nacional del Consumidor realizada entre septiembre y octubre de 2016, tuvo como propósito vigilar el cumplimiento de la Ley N° 19.496 sobre Protección de los Derechos de los Consumidores en materia publicitaria de productos adelgazantes. 

Fue así como la Farmacia Ahumada, chilesuplementos.cl, garcinia.cl, Slimparches.cl, gonutritio.cl, gnc.cl, suples.cl, fueron denunciadas por comercializar productos bajo el nombre de quemadores de grasa, pero que no lograron demostrar su seguridad y eficacia, por lo cual no corresponden a una acción farmacológica reconocida o que presente utilidad terapéutica concreta.

Por esta razón, se hace fundamental que cuando se trata de este tipo de adelgazantes o quemadores, que las personas acudan a un especialista. La tónica actual, es el boca a boca. Un amigo recomienda el producto y la confianza lleva a caer en este juego.

Sin embargo, existe un producto, una dieta y un ejercicio para cada persona que quiere perder peso y por ello, los catálogos publicitarios, cuando se trata de salud física o mental, debe dejarse en manos de un nutricionista o un médico.

Por último. Muchos recurren a estas pastillas o preparaciones milagrosas para perder peso sin esfuerzo, lo que en la mayoría de los casos no tiene resultados positivos. De esta manera, lo más sano es recurrir a una dieta sana, a dejar de lado el sedentarismo con ejercicio o una rutina, pero no tomar el camino corto. Al final, por no ir a un especialista o experto, lo barato, termina costando caro.

Cuidemos la salud de la familia. Si tenemos un familiar que esté consumiendo estos productos, por muy recomendados que sean por sus pares o amigos, lo cierto es que puede estar en un riesgo importante para su salud. Un llamado a la responsabilidad que nunca está de más.