Jóvenes venezolanos se abren camino en Los Ángeles

Olas de violencia, niños hambrientos, saqueos, asesinatos, censura informativa, injusticias sociales, son sólo algunos de los aspectos que están haciendo insostenible la vida en Venezuela, en donde los problemas de gobernabilidad de las prolongadas autoridades, no hacen más que esconder la negra realidad de ese país.

Actualmente son 23 mil venezolanos que están viviendo en Chile, de los cuales un 80% de ellos se concentra en Santiago, aunque también en la ciudad de Los Ángeles se abre poco a poco un camino de esperanza y bienestar para algunos de ellos. Sin embargo hay un dolor imposible de superar: la lejanía de sus seres queridos.

UN ABOGADO ALBAÑIL

José Madrid tiene 29 años y nació en Maracaibo. Llegó el 28 de enero de este año a Chile y este viernes 21 de abril recibió su visa provisional de residente. Es una jornada inolvidable para él, comenta.

Fue a la Gobernación a renovar su permiso de visitante, pero se encontró la sorpresa de su Visa. Sonríe todo el tiempo y se siente su alegría por el significativo acontecimiento. Se muestra analítico y con una conciencia política muy amplia y profunda, claro, son momentos durísimos por los que atraviesa toda su gente.

Tras terminar su profesión de técnico superior universitario en electricidad, decidió comenzar con estudios jurídicos y para el 2015 se tituló de abogado. Hoy trabaja en una maestranza angelina como electricista, soldador, mecánico, albañil y carpintero. “De todo lo que haya que hacer, lo hago”, comenta entusiasta.

PERIPLO HACIA CHILE

“Fue una travesía salir de Venezuela por la situación que se ven en las noticias. Pero hay que destacar que una cosa es lo que se ve en la televisión acá, y otra muy distinta es lo que sucede allá. La situación en Venezuela está mucho peor de lo que se ve en los medios”, relata Madrid.

TRÁGICAS NOTICIAS

A pesar de su emoción por la Visa, esa misma mañana recibió un trágico llamado. “Un primo que estudia contabilidad pública me contó que asesinaron a un conocido compañero suyo, fue en una manifestación por la falta de comida y medicinas”, comenzó relatando.

“Él estaba totalmente entregado con las manos en la cabeza, pero igualmente fue fusilado a quemarropa por uno de los participantes de ‘Colectivos Armados’, que son adeptos al gobierno, los cuales fueron provistos de armamento militar para que ayuden a la policía en la represión de manifestaciones sociales”, continuó el abogado de overol.

“Todos los días se ven hechos como éste, es un colapso total, dónde no hay seguridad pública, ni mucho menos”, remató.

EL PEQUEÑO DE 8 AÑOS QUE LE ESPERA

Dejó en Venezuela a su madre, padre y su hijo. “No es fácil dejar a la familia, pero todo esto se hace por un fin, el cual es trabajar acá y poder enviar dinero a los que dejé allá”.

En este momento de la entrevista, José se emociona visiblemente al recordar a su pequeño hijo Johan de 8 años.

“Le dije a mi hijo que venía a trabajar -se quiebra en este momento- el día que me despedí fue muy fuerte, él me decía: papi, papi no te vayas. Cómo le explicas a un niño todo lo que está pasando -exclamó-. Él me decía no importa papi, aunque estemos pasando hambre por favor quédate conmigo”.

EL SUEÑO CHILENO

“Para muchos venezolanos este país es como su Estados Unidos, en donde buscan alcanzar su sueño americano. Yo llegué acá con trabajo, pero era por sólo un mes.

Hablando con una persona de acá de Los Ángeles, me contactó con su jefe y todo se dio muy rápido para encontrar este nuevo trabajo en donde me encuentro actualmente”.

INSERCIÓN SOCIAL

“De los cinco compañeros que tengo en el trabajo, cuatro son muy amables y me tratan muy bien. Pero hubo uno que me encaró en un arranque de rabieta y me dijo que yo acá venía a quitarle el trabajo a los chilenos. Yo le respondí que no era así, que yo estaba haciendo trabajos que muchos acá no quieren hacer”, comentó.

“Le dije además que él había llevado a ese trabajo a 4 amigos y todos se han ido inmediatamente. Si son soldadores y les dicen que hay que construir un muro no les gusta y se van de la pega, si les hacen hacer carpintería, lo mismo. Le dije que uno venía a trabajar y ser un aporte”.

Mi papá siempre me dijo que el trabajo no denigra al hombre, ahora estando en Chile entiendo esos consejos. Antes en Venezuela yo pensaba igual, si no tenía un trabajo de abogado entonces no aceptaba nada. Hay que cambiar un poco las perspectivas y darse cuenta que cuando uno llega a otro país partes de cero, es como volver a nacer”, analiza.

En ese momento de la entrevista se acerca un adulto mayor a pedir limosna, ante lo que José no duda en sacar todas las monedas de su bolsillo para entregárselas.

CRUDAS DIFERENCIAS

“He tratado con personas que acá se consideran a sí mismos como pobres, pero yo los veo vestidos completamente de Adidas y le digo, hermano: usted quiere saber lo que es ser pobre, vaya pa Venezuela, para que vea a los niños descalzos, con los pantalones todos rotos y una camisita que apenas tiene cuello porque de tanto lavarla se le ha gastado”.  

“Son distintas ideologías en donde hay una diferente perspectiva de la pobreza. Acá son pobres porque no tienen auto, una moto o estudios; eso no me parece; al contrario, acá mismo he conocido gente con muchísimo dinero, pero en realidad son muy pobres”, analizó.

DESTINO LOS ÁNGELES

“Estuve en Santiago, pero muy pocos días. Allá todo el mundo anda muy rápido, por ejemplo, los carabineros allá andan muy molestos -sonríe- en cambio acá le haces una preguntan a un carabinero y te responden muy amable y cariñosamente”.

José cuenta que llegó acá porque a través de un contacto tenía como llegar a un trabajo temporal, aunque rápidamente logró insertarse en otro.

“Me imagino que hay tanto movimiento allá en la capital que todo se estresa. Acá en Los Ángeles todo es más tranquilo, con un buen ambiente como para criar una familia, o para estar con amistades compartiendo al aire libre”.

POLÍTICA Y SOCIEDAD

“Cuando estaba Hugo Chávez, comenzó la decadencia, ya que los poderes del Estado comenzaron a perder autonomía, aún así por lo menos funcionaban en aquella época, a pesar de que igualmente se estaban politizando estos poderes por un mismo sector”, comenta analítico.

“Ahora con Maduro, existe un sólo poder. La diferencia es que Chávez tenía voz de mando. En cambio Maduro es un bobo, un payaso. Lo que hace es ocultar la verdad. Es un Estado narcotraficante”, arremetió haciendo referencia a que la administración de control de drogas estadounidense, DEA, está tras los pasos de “Nicolasito”, hijo del presidente.

EXPECTATIVAS

Me gustaría que mi familia pudiera ver lo bello que es Chile, un frío muy rico que hace aquí. Me gustaría mucho que ellos conocieran esta parte del mundo tan bella. Pero la idea no es abandonar nuestro país natal, porque Venezuela nos vio nacer, crecer y nos formó.

¿Algo que decir a la comunidad?

-Viva Chile y Colo Colo, responde.

MIGUEL AZUAJE Y SU APORTE DEPORTIVO A LA CIUDAD

Miguel Azuaje tiene 26 años, y en Venezuela es ingeniero industrial, aunque lo suyo es el deporte. Jugó al fútbol por el Zulia F.C. y además juega al béisbol. Este último es el aporte que trae a la ciudad de Los Ángeles.

Se vino solo, dejando a su mamá, su papá y hermano menor. “La cosa está mal, no se encuentra comida, la inflación es tremenda, de récord Guinness. Allá no pasan noticias, están censurando todo, sólo en redes sociales se puede ver la realidad venezolana”, relata el deportista.

“Están matando gente en marchas pacíficas. Temo por mi familia, cada vez que voy al súper y veo el carro con comida y me duele pensar en mi familia. Cuando me preparo el almuerzo me pongo a llorar porque sé que ellos tienen hambre”.

“Viajé 8 días por tierra, haciendo escala por Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Me sentía como un fugitivo que huye, aunque eso me dio más fuerza para salir adelante. Aspiro a tener mejor vida, que es lo que no me ofrecen en Venezuela.”

“Mensualmente le hago una transferencia para comida y esas cosas. Acá gano 264 mil pesos y con eso pago el arriendo con 4 amigos más. Ahí cocinamos nuestras arepitas y compartimos los gastos. Envío a Venezuela 30 mil pesos, pero allá eso es un sueldo mínimo.

“Juego con Los Pumas de Los Ángeles en la liga de béisbol y siento que acá puedo ser un aporte promoviendo e impulsando ese deporte en la sociedad”

“Chile es muy hermoso, los angelinos me han tratado de maravillas y Los Ángeles es una ciudad maravillosa”.