Las cosas que han intentado entrar a las cárceles y que con suerte llegaron a la guardia

Muchas veces, una cárcel se ve expuesta a diferentes y curiosos sistemas de vulneración de la seguridad con un solo propósito: ingresar elementos prohibidos al interior del recinto penitenciario.

Los últimos cuatro meses, Diario La Tribuna dio a conocer tres casos que sobresalían del resto.

En el primero de ellos, una persona intentó ingresar droga en una marraqueta al interior del Centro de Detención Preventiva (CDP) de Los Ángeles cuando fue a visitar a una interna.

En el segundo, una mujer intentó ingresar droga al recinto penitenciario de Yumbel utilizando un condón que llevaba al interior de su vagina.

El tercero ocurrió en la comuna de Mulchén, cuando una persona pretendía –a toda costa- ingresar al recinto penal, pasta base de cocaína y marihuana dentro de unos suflitos.

A raíz de estos casos, FinDe de La Tribuna indagó en torno a cuáles han sido los objetos más curiosos que han intentado ingresar al interior de estos dos últimos recintos penitenciarios.

Para ello, han utilizado ingeniosos métodos. De esta forma, han intentado pasar por alto el control de Gendarmería y llevar a cabo su cometido.

Para mala suerte de ellos, fueron detectados oportunamente por los funcionarios de los recintos penales y terminaron siendo detenidos.

El capitán Rodrigo Toro asumió como alcaide del CDP de Mulchén en junio de 2016 y, a la fecha, recuerda varios métodos curiosos utilizados para ingresar objetos ilegales al interior del recinto penitenciario.

Uno de ellos fue el caso de una persona que intentó ingresar droga en un escobillón. Para ello, detalló el oficial, utilizaron un palo de escoba de aluminio para guardar la estupefaciente.

Fue la experiencia de los funcionarios, tras años trabajando en el rubro, lo que permitió detectar el método utilizado en aquella oportunidad.

Al tomar el palo de escoba, el funcionario se percató de que algo raro había en él. Por lo mismo, el objetivo fue pasado por la máquina de Rayos X, logrando confirmar la existencia del elemento prohibido que intentaban ingresar.

Asimismo, Toro recordó un caso en que una visita intentó ingresar con una botella de cloro repleta de pisco. Para poder llevar a cabo su cometido, y con la ayuda de una jeringa, vaciaron el contenido original, lavaron bien el envase y lo llenaron con alcohol.

Para mala fortuna de quien espera el producto, fue incautado a penas se percataron de que el cloro del envase en realidad no lo era.

YUMBEL

El Centro de Detención Preventiva de Yumbel alberga dentro de la unidad talleres de carpintería. Este penal autoriza el ingreso de madera a fin de que los internos puedan trabajarla.

Estos trozos pueden tener un tamaño de hasta un metro un diámetro que no supera las dos o tres pulgadas y deben ser, principalmente, de madera nativa ya que son más fáciles de poder revisarlos al momento de pasarlos por los Rayos x.

El alcaide de este recinto penitenciario, capitán César Acuña, recordó que en más de una oportunidad intentaron ingresar un aparato celular dentro de un trozo de madera.

Para poder lograr eso, hicieron una ranura en la que, ordenadamente, dejaron el aparato. Posteriormente, sellaron el trozo de madera y lo cubrieron con un colorido igual al de la madera.

Pese a que los trozos son pasados por los Rayos X, el funcionario igualmente se encarga de revisar los contornos de la madera. Así es como, en varios casos, se han encontrado con celulares, chips, tarjetas de memoria y cargadores.

Pastillas psicotrópicas o alcohol han sido elementos que han intentado ingresar al interior de este recinto penitenciario en botellas con bebida u otros líquidos, a través de las encomiendas o visitas.

Asimismo, han visto casos en los que han querido entrar pastillas al interior de frascos de crema, por lo mismo, estos envases están prohibidos.

Este tipo de especies deben ser trasvasijadas a una bolsa transparente para su ingreso. Tratando de eludir el sistema, estas personas ya vienen con la crema trasvasijada pensando que con eso eludirán la primera revisión en la unidad.

Sin embargo, al traspasar la crema a otra bolsa, funcionarios de Gendarmería han encontrado pastillas recubiertas con scotch dentro de las bolsas para que no se humedezcan y no se disuelvan.

Celulares han intentado ser ingresados al interior de bolsas de papas fritas o similares, envoltorios utilizados por el material con el cual están fabricados. Al ser de aluminio, las personas tratan de inhibir el equipo de Rayos X.

Utilizando este mismo sistema, han intentado entrar pastillas psicotrópicas, chips y tarjetas de memoria.

Las personas que ocupan este mecanismo tienen especial cuidado con las partes superiores del envase al incorporar el elemento. Una vez que están dentro, las sellan con un elemento candente lo más perfectamente posible para que no se note.

PELOTAZOS

Una situación que se repite en ambos centros penitenciarios son los “pelotazos”. Se trata de un mecanismo utilizado para ingresar elementos prohibidos desde el exterior del recinto hacia el interior del penal.

Para ello, las personas ocupan una pelota de tenis y en cuyo interior guardan los objetos que desean ingresar. Posteriormente la sellan con silicona u otro material y son lanzadas desde la vía pública al centro penitenciario.

Sin embargo, tampoco ha sido un método realmente efectivo ni tampoco asegura que el producto llegará a su destino final, puesto que son decomisados antes por personal de gendarmería.

En el caso de Yumbel, esta situación resulta novedosa para los vecinos adyacentes a la unidad penal, relató Acuña.

El oficial agregó que estos casos se registran con mayor frecuencia los miércoles y domingo, que son los días de visitas.

Asimismo, recordó que –a fines del año pasado- una pelota de tenis con cuatro municiones, además de un plano y un teléfono celular llegó al patio de la población condenada. Acuña explicó que se trataba de un problema existente entre bandas que se encontraban al interior del centro penitenciario y que este lanzamiento buscaba sacar a un interno.

Esta situación estaba relacionada con el ingreso de un interno que mantenía rencillas con otro que ya estaba dentro del penal, por un tema de drogas.

La idea era poder sacar al interno que ya se encontraba cumpliendo condena. El mapa, eso sí, se asimilaba al recinto penal pero la información no era 100% efectiva.

Asimismo, detalló que en la pantalla del celular venía una foto del interno con un familiar, además de las cuatro municiones.

MÉTODOS TECNOLÓGICOS

Personal de Gendarmería comienza dando cuenta del hecho de forma inmediata al fiscal en caso de que éste sea constitutivo de delito y él instruye cuál es el procedimiento a seguir.

La institución cuenta con personal de vasta trayectoria, quienes operan bajo estándares minuciosos al momento de efectuar el registro.

Pero no sólo eso, el CDP de Yumbel postuló a proyectos de seguridad que intentan disminuir acciones de vulneración en esta materia tanto por parte de los visitantes como de la población penal.

Así fue como lograron obtener recursos por 150 millones de pesos, aproximadamente. Dicho monto permitió elevar los muros perimetrales a fin de evitar los pelotazos desde el exterior, además de la instalación de mallas aéreas en los sectores de los patios vulnerables, población condenada y patio de imputados, entre otras medidas preventivas.

Tanto los penales de Mulchén como de Yumbel cuentan con distintos tipos de tecnología que ayuda a detectar la presencia de elementos prohibidos.

Cuentan con una silla que detecta objetos extraños al interior de las cavidades de las personas. Esta silla es capaz de detectar si alguien tiene algo oculto al interior de su cuerpo.

Cuentan con una máquina de Rayos X, por donde pasan las encomiendas, además de arcos y paletas detectoras de metales.

“Nuestro personal está siendo constantemente instruido a fin de no pasar a llevar los derechos humanos tanto de los internos como de las personas que acuden al penal y para el uso de este tipo de tecnología que no es fácil y requiere cierta capacitación para esto”, relató Toro.

ELEMENTOS PROHIBIDOS

Elementos ilícitos, como droga, munición y armamento, son sólo algunos de los elementos que no pueden ser ingresados al interior de un centro penitenciario.

Asimismo, las personas no pueden ingresar alcohol ni vestimentas que puedan parecerse al uniforme al funcionario de Gendarmería ya que puede ser utilizada como una forma de intentar evadir controles, en especial durante la noche.

No pueden entrar, en grandes cantidades, alimentos que puedan ser fermentados al interior del penal, como frutas, ya que pueden utilizarse para la elaboración de bebidas alcohólicas como la chicha.

De igual forma, tampoco pueden ser ingresados alimentos que los internos puedan cocinar al interior del penal ya que no tienen acceso a cocina, entre otras especies.