Alerta Sanitaria Ambiental: aquí vamos de nuevo

Hoy comienza en la ciudad de Los Ángeles a aplicarse la normativa de invierno y que tiene relación con las alertas ambientales que se generan producto de la emisión de material particulado fino proveniente principalmente de la leña domiciliaria.

Se trata de una batalla que lidera la autoridad por cuarto año consecutivo y que pretende generar conciencia en los habitantes de la capital provincial, especialmente en cuanto al uso de las estufas, ya sea usando leña seca o simplemente dejando de encender los dispositivos cuando las condiciones ambientales así lo requieran.

Si bien la normativa establece que las familias pueden ser multadas si no cumplen con lo anunciado, hay observaciones importantes tanto para la autoridad como para la comunidad que se debieran mejorar este año para que haya una sana convivencia entre la norma y la conducta social.

En primer lugar, la Seremi de Salud debe velar por una correcta información de las personas para que no se mantengan ignorantes frente al tema. Para ello se deben invertir recursos que permitan anunciar esta situación por los medios de comunicación de la provincia, como también utilizar, por ejemplo, las pantallas led de las calles angelinas para que informen sobre la situación diaria. En años anteriores se incrementó el uso de redes sociales para llegar a la población, pero no es suficiente.

Con una comunidad informada sobre las restricciones y el porqué de ellas, sin lugar a dudas se podrá crear mayor conciencia en cada persona.

Ahora bien, por parte de la comunidad, si no somos solidarios con nuestro entorno y con prepotencia o displicencia hacemos caso omiso a las restricciones producto de la calidad del aire, entonces no sirve de nada que el sector público y privado trabajen para mejorar la situación. Esto es tarea de todos y no podemos restarnos esperando que venga una autoridad a solucionarnos el problema.

No deben ser las multas las que nos muevan a trabajar con responsabilidad por la calidad del aire de Los Ángeles. Lo que nos debe motivar es la conciencia en el bienestar de los demás, de las familias, de los niños, incluso de los animales que circulan en la calle o en los patios y que pueden exponerse a una toxicidad en la atmósfera que les ocasione enfermedades o la muerte.

A partir de hoy, la comunidad tiene el deber presente de que debe informarse acerca de las alertas ambientales y respetar el uso de leña, por su bien y el de todos los habitantes de Los Ángeles.