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La Tribuna

Para ser traductor se necesita más que ser bilingüe

por Víctor Contreras

Angélica Povea y Pablo Flores realizaron una investigación en la que se determinó la baja calidad de las traducciones realizadas por individuos amateurs, a diferencia de las que presentan los estudiantes de la carrera de Traducción en Inacap, de la cual recién egresaron.

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Una investigación realizada por los tesistas de la carrera de Traducción Inglés Español, mención Negocios Internacionales de Inacap, demostró que las personas bilingües que ejercen como traductores, entregan a sus clientes un servicio y productos de calidad muy inferior a los que tienen los profesionales del área que pasaron por las aulas.

Ambos profesionistas, en el marco de su seminario de titulación, lograron determinar que aquellos individuos que son bilingües y carecen de preparación académica en el ámbito de la traducción, y aun así ejercen como traductores, no sólo cometen una cantidad considerablemente mayor de errores en comparación con los estudiantes del último año de dicha carrera, sino que además tales fallos son de mayor gravedad, lo que da como resultado una alteración del sentido del texto original.

La tesis lleva por título “Estudio comparativo sobre la calidad de traducción de alumnos seminaristas cohorte 2013 de la Universidad Tecnológica de Chile, Inacap, Los Ángeles, y personas bilingües sin estudios formales de traducción de la provincia del Biobío”, y en ella fundamentan y demuestran que poder comunicarse en inglés y en español no significa que se pueda ejercer dicha profesión.

Para realizar su investigación, Povea y Flores contrataron a cuatro personas bilingües que ejercen como traductores en la región del Biobío, y les encargaron la traducción de un texto técnico relacionado con el ámbito forestal. Después calificaron su trabajo con la rúbrica de evaluación institucional, para después comparar los resultados con los cuatro mejores puntajes de los estudiantes que habían traducido ese mismo texto en el marco de una prueba del Taller de Traducción Integral.

La rúbrica consideró errores de terminología -de suma relevancia en la traducción técnica-, así como de lengua, ortografía, de técnica o recurso de traducción, línea no traducida y omisión de palabras. Con base en ello, las personas bilingües obtuvieron una nota promedio de 4,0, mientras que los estudiantes obtuvieron una nota promedio de 5,8.

“Los errores cometidos por las personas bilingües son más graves y más frecuentes que los cometidos por los estudiantes de traducción, lo que explica que las traducciones producidas por los estudiantes sean de superior calidad que las producidas por las personas bilingües desde el punto de vista de la frecuencia y tipo de error”, concluyen los autores en el documento.

De esta forma, agregan, “se demuestra que los estudiantes de traducción, luego de haber recibido formación académica, se encuentran mejor preparados para ejercer su profesión que las personas que no han tenido una formación adecuada. Esto manifiesta que saber dos lenguas no implica traducir con calidad y conforme a los requerimientos que esta actividad demanda”.

COMPETENCIA TRADUCTORA

Povea y Flores, con base en los estudios desarrollados por Olga Álvares y Julia Benseñor (1993), así como el modelo holístico del grupo PACTE de la Universidad de Barcelona (2001), explican en su tesis que la formación del traductor involucra diversas competencias, tales como la lingüística, traductora, cultural, profesional-laboral, manejo de documentación e información, tecnológica, comunicativa, extralingüística, instrumental, de transferencia, estratégica y psicofisiológica. Como se puede apreciar, ser bilingüe, si bien es esencial en la profesión, sólo constituye una de las muchas habilidades que se requieren para ser traductor.

Es por ello que la malla curricular de la carrera de Traducción en Inacap contempla los ramos necesarios para que los estudiantes puedan desarrollar tales competencias, de tal modo que puedan, como refieren los investigadores, “traducir textos del idioma inglés al español asegurando la fidelidad al original, con corrección idiomática, asistidos por tecnologías de la información y comunicación con resguardo de la confidencialidad, integrando particularidades lingüísticas, culturales y valóricas que caracterizan a las culturas de origen y destino”.

Asimismo, los preparan para “utilizar estrategias y métodos de investigación en la traducción de textos, comunicar textos orales y escritos en español con fluidez y precisión, y traducir textos del ámbito de los negocios del inglés al español, considerando vocabulario, conceptos y necesidades de la organización (Inacap, 2016). Además, se orienta a la obtención de un producto final de traducción de calidad de acuerdo con las especificaciones, en este caso, del cliente”.

Los autores de la investigación lograron determinar que no toda persona se encuentra capacitada para el ejercicio de la traducción, ya que el individuo que la ejerce debe presentar ciertas características especiales, como “tener la capacidad de procesar materiales lingüísticos en forma rápida y eficiente, estar capacitados para reconocer los problemas inherentes a esta tarea y resolverlos de una manera analítica que suele ser compleja”.

Además, ser lectores empedernidos de diferentes temas, ya sea de ficción y no técnicos o de índole humanística, ávidos en vivir experiencias de la vida real, en aprender diferentes lenguas y culturas, en observar cómo las personas se comunican a diario y, por último, sentir orgullo de su profesión y gozar de ella, de acuerdo con Robinson Douglas (2003).

“Es esencial que el cliente o empleador se sienta confiado en el producto de traducción, lo que demanda al traductor la voluntad de satisfacer las necesidades de este. Es claro que las personas que se dedican a la traducción cuentan con algunas de estas características para un buen desarrollo de esta tarea, adquiridas naturalmente; no obstante, las características para ser un traductor eficaz y efectivo deben ser adquiridas por medio de un exhaustivo entrenamiento”, detallan.

ROL DEL TRADUCTOR EN LAS EMPRESAS

El traductor cumple un rol importante dentro del mundo empresarial a raíz del requerimiento de las empresas de satisfacer las necesidades que la globalización demanda en la actualidad, refieren Flores y Povea en su tesis, con base en los autores Bibiana Clavijo y María Panqueva (2006), quienes establecen que el traductor es un agente activo dentro de la empresa en un mundo tecnologizado que precisa desarrollar competencias comunicativas, lingüísticas y culturales, así como el manejo de las nuevas tecnologías.

Ello se refleja en una constante actualización de las mallas curriculares de las universidades que imparten la carrera, y también explica que en la investigación realizada por Flores y Povea los errores de ortografía y técnica cometidos por los estudiantes se refieren más a la falta de manejo de la lengua y al estilo de traducción, a diferencia de los que presentaron los bilingües, quienes incurrieron en gran medida en errores de terminología que alteran el sentido del texto original y se relacionan con la etapa documentación y las competencias extralingüísticas y estratégicas.

“A pesar de que ambas muestras cometieron errores de traducción, se hace notar que los errores de técnica y ortografía cometidos por los alumnos son evidentemente menos graves que los errores de traducción o sentido, debido que estos últimos desvirtúan y difieren totalmente la función pensada o expresada en el texto de origen. A la vista de los resultados, queda claro que la formación académica es un factor decisivo para llevar a cabo un proceso de traducción de excelencia”, concluyen Flores y Povea.

Con su trabajo de seminario, Povea y Flores tuvieron como interés que los alumnos de la carrera de Traducción puedan superar las falencias detectadas en la investigación, y que el profesorado pueda utilizar estrategias de enseñanza con base en esa información, además de poner énfasis en la competencia que estos traductores amateurs representan para los profesionales.

“Esta situación afecta la tasa nacional de empleabilidad, no sólo de la carrera de Traducción de la Universidad Tecnológica de Chile, Inacap, la que es de 44,3 % el primer año posterior a la titulación (Mineduc, 2016), sino que a nivel nacional”, concluyen los autores.

CIFRAS A DESTACAR

5,8 fue la nota promedio obtenida por los estudiantes de Inacap.

4,0 fue la nota promedio de los bilingües sin estudios formales de traducción.

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