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La Tribuna

Consejeros regionales: los que deberían postularse y los que no

por Zazil-Ha Troncoso

Durante los próximos meses veremos nuevamente cómo se manosea hasta el cansancio el concepto de “servicio público” por parte de los distintos candidatos que disputarán un cupo para consejero regional, diputados y Presidente de la República. La razón: si bien hay quienes en verdad sienten ese llamado a servir a la comunidad, hay otros que lo hacen meramente por tener un ingreso extra o intereses indescifrables.

Si bien cualquier persona mayor de 18 años con enseñanza media terminada puede ser candidato a consejero regional, usted, instruido lector, tendrá que marcar con su lápiz la opción que considera más idónea para representar a la provincia de Biobío y no le debe temblar la mano.

Por ello, respetando su opción ideológica, usted debe poner en la balanza ciertos puntos de relevancia al momento de optar por uno u otro y dejar de influenciarse por “la cercanía” o “simpatía” del candidato. Basta de eso, necesitamos personas capaces.

Hay quienes se han desempeñado en el cargo incluso antes de que este fuera de elección popular, y que pese a su bajo perfil, son diligentes y activos servidores. Varios de ellos se ven, durante el ejercicio de su mandato de cuatro años, visitando las juntas de vecinos u organizaciones sociales, reuniéndose con autoridades y buscando la manera de promover iniciativas que se transformen en grandes anhelos ciudadanos: agua potable rural, alcantarillados, pavimentación y parques, entre otros.

En varios casos, si no fuera por estos silenciosos actores políticos, el progreso aún estaría en las burocracias estatales. No mencionaremos nombres para no inducir el voto de fin de año, usted será quien evalúe estas opciones.

Sin embargo, al menos se puede cuestionar con total franqueza la supuesta vocación de servicio público de algunos candidatos, que más que abnegados colaboradores de la ciudadanía, parecen personas sesgadas por la ambición electoral. Se trata de aquellos que se postulan a un cargo sólo para mantenerse vigentes, y así esperar la siguiente elección para renunciar, abandonar el trabajo realizado y satisfacer sus mezquinos intereses. Ellos son quienes empañan la política.

Vote a conciencia, tiene varios meses para prepararse. 

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