Reclaman mal estado de veredas y árboles en Orompello con Almagro

El mal estado de veredas producto del levantamiento que generan las raíces de los árboles es un problema que ya no soportan vecinos que viven a pasos de la intersección de las calles Orompello y Almagro, en Los Ángeles.

Más aún cuando estos levantamientos se han transformado en verdaderas trampas, provocando la caída de varias personas, muchas de ellas adultos mayores que viven en el sector o que concurren a la Parroquia del Perpetuo Socorro ubicada a metros del lugar.

“Que arregle la municipalidad o el Serviu porque alguien se va a matar de repente. Yo soy de edad y si paso me puedo tropezar y me mato”, reclamó Margarita Pocoroba, de 84 años y vecina del sector desde hace 6 décadas. Ella contactó a Diario La Tribuna para protestar por este peligro público, el cual aseguró se encuentra sin arreglo desde hace 10 años aproximadamente.

“Uno ya no puede ir ni a la iglesia porque se manda tremendo chancacazo. Creo que aquí tienen que cortar estos árboles”, exigió la anciana.

Otra vecina que vive justo frente a las raíces que provocan este levantamiento de veredas por calle Orompello, Lidia Pezoa, de 69 años y residente hace 46 en el sector, comentó que su mayor miedo es que los árboles, que presentan un evidente grado de inclinación, terminen por caer sobre su propiedad.

“Lamentablemente están demasiado grandes y ¡si se me viene uno encima de mi casa!”, reclamó la mujer.

“Deberían de cortarlos, pero si uno va allá (municipalidad) le hacen una nota y listo. Hace tiempo que fui pero no me tomaron en cuenta”, acusó también.

Otro peligro que se observa es la oscuridad evidente en la que queda el lugar justo donde se produce este obstáculo peatonal, provocada por el mismo ramaje de los árboles que ocasionan con sus raíces el problema.

Cabe recordar que en la edición de Diario La Tribuna del 30 de marzo pasado se informó sobre un estudio ordenado por el municipio local y que dio cuenta del mal estado que presentan el 60 por ciento de los árboles existentes en la urbe.

“Lo más grave que hubo acá es que no existía un manejo de silvicultura urbana; se nota eso en el manejo de los árboles, en las podas mal hechas y una serie de ese tipo de cosas”, comentó Guillermo Rodríguez, ingeniero forestal a cargo del estudio.