Feliz día a todas nuestras madres

El segundo domingo de mayo se celebra el Día de la Madre en nuestro país.

El comercio y la publicidad en los medios, se encargan de recordar esta fecha en la que los hijos e hijas regalonean y saludan a sus progenitoras.

Es indiscutible que para todo ser humano, la madre es quien lo cría y protege con dedicación y amor únicos, para que, con el paso de los años, ese pequeñito o pequeñita se desarrolle hasta ser una persona que pueda comprender la importancia de esa tarea materna.

En la mayoría de los casos la madre ha merecido reconocimientos, por ser aquella la encargada de criar, educar, cobijar, alimentar, y todo lo que implica esta gran labor, aunque a veces se torna difícil y sacrificada, el ver que esos pequeños o pequeñas se van convirtiendo en personas independientes, es lo que llena el corazón de una madre, sumándole el orgullo que como hijos sentimos por ellas.

La historia cuenta que la celebración de este día, se remonta a la antigua Grecia, donde se rendían honores a Rea, madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Tradición que también adoptaron los romanos, cada 15 de marzo.

En Chile, la celebración partió durante la década del 60 según consigna un documento de la Cámara de Diputados, del 17 de octubre de 1967.

Luego se cambió la fecha para el 10 de mayo por decreto supremo 1.100 de 1976 del Ministerio de Interior y vigente desde 1977 en adelante.

Con el tiempo, el día de la madre pasó a celebrarse el segundo domingo de mayo, fecha que hasta hoy conserva una magia inexplicable, que casi nadie se resta a celebrarla, o al menos conmemorarla, en el caso que ella no esté viva.

Por eso es tan difícil entender cómo existen mujeres, que habiendo dado su vida por los hijos, se encuentra solitarias y en muchos casos abandonadas en hogares o asilos de ancianos.

Durante años se vio a la tercera edad como un grupo etario al que había que asistir, en la actualidad se sabe a ciencia cierta que más allá de terminar su edad laboral, siguen siendo un importante aporte a nuestra sociedad.

Cuando una madre de la tercera edad recibe la visita de un familiar, un amigo o una autoridad su corazón de llena de gozo y vuelven a sentirse parte de algo y, en consecuencia, aportar una vez más a la sociedad.

Nuestro homenaje y mi homenaje se extienden a todas las mujeres que asumieron el rol de madre de manera correcta y que a partir de sus enseñanzas consiguieron hacer de sus hijos hombres y mujeres de bien.

Este domingo, la gran mayoría celebrará este día tan especial, recordando y agradeciendo, cada cual a su manera, a su madre. ¡Feliz día!