Esto es inaceptable

Hoy podrá conocer al interior de nuestras páginas un reportaje de investigación realizado durante varias semanas por nuestro equipo periodístico de Diario La Tribuna. En él verá cómo el progreso de las pequeñas comunas y localidades pareciera no importarle a las autoridades.

Hace más de ocho meses que un megaproyecto de parque que se construiría en la comuna de Yumbel fue abandonado y se dejó sin terminar. Esto es una verdadera falta de respeto para los más de 20 mil habitantes de dicha localidad.

Promesas y proyectos que nunca llegan son parte de las situaciones que deben vivir cientos de miles de personas de nuestro país, que ilusionados por la palabra de candidatos en periodos electorales, esperan con ansias mejorar su calidad de vida, pero lamentablemente nunca se cumple.

Es muy común visitar los sectores rurales de la provincia de Biobío para darse cuenta de que muchos vecinos de dichos lugares aseguran que muy pronto se podrán ver sus caminos pavimentados, pero los proyectos ni siquiera existen. Son víctimas de una mentira constante en el tiempo.

Las autoridades gubernamentales tienen una responsabilidad ética muy importante y no pueden estar haciendo falsos compromisos con las personas.

En relación a lo que ocurre en Yumbel con el parque abandonado, anhelo del fallecido y respetado alcalde Camilo Cabezas, no existen explicaciones satisfactorias que puedan disminuir la impotencia de una comunidad frustrada por el olvido del Serviu.

Aquí se evidencia el mal manejo que existe a la hora de licitar las grandes obras, la mala programación y elección de empresas, la falta de control y fiscalización. Consecuencia: hoy el parque está destruido, se lo han robado y todo sigue detenido.

La solución para estas situaciones es tan simple, pero lamentablemente, la política es la que se interpone para afectar lo que tendría que ser lo normal: hacer bien lo que hay que hacer.

Ahora sólo queda esperar que el Serviu termine su trabajo y que en proyectos futuros dejen de licitar las obras a empresas que son conocidas por conductas poco probas.

Con responsabilidad, diligencia y respeto por la comunidad, no habrá más falsas promesas y tampoco sueños inconclusos.