Encuentran skimmer y microcámara en un cajero automático de Sodimac

Días atrás, autoridades locales entregaban recomendaciones para evitar que la comunidad fuera víctima de la clonación de su tarjeta de crédito.

Es que el tema se ha transformado en una preocupación, considerando que en septiembre de 2016 una treintena de personas fue víctima de este delito en la comuna de Los Ángeles.

La tecnología, es una herramienta que si es mal utilizada puede causar estragos en la comunidad entera.

El domingo recién pasado, detectives de la Policía de Investigaciones incautaron un skimmer y una microcámara, elementos que se encontraban insertos en un cajero automático de la capital provincial de Biobío.

El dispensador se encontraba al interior de la empresa Sodimac y fueron los mismos trabajadores quienes dieron cuenta a la PDI de que algo raro tenía el cajero.

La irregularidad habría sido detectada por una tercera persona, al parecer por un empleado de la empresa Brinks que se apostó en el lugar para hacer un giro. Sin embargo, le llamó la atención la superficie del cajero y ante su sospecha dio cuenta a personal que atendía en el local.

“Al lugar enviamos personal especializado del turno de procedimientos policiales y detectaron que, efectivamente, la gaveta del cajero automático había sido alterada”, relató el jefe de la Bicrim de Los Ángeles, comisario Iván Villalón.

De esta forma, se percataron de que -en la parte superior del dispensador- existía una especie de ventilador o un respiradero que nunca debió ser parte del cajero.

“Detrás de esa aplicación extra que estaba en el cajero había oculto una microcámara con su respectiva batería y tarjeta de memoria”, detalló el oficial de la policía civil.

Además, en la rendija donde se introduce la tarjeta encontraron un aparato para clonarlas.

Mientras que este último clona la información del plástico, lo que hace la microcámara es grabar la clave. De ahí la importancia de que el dueño de la tarjeta tape el teclado con la otra mano mientras la ingresa.

Para detectar otras defraudaciones similares, detectives realizaron un barrido completo de todos los cajeros automáticos de la ciudad a fin de determinar si existían dispositivos de este tipo, descartando que se hayan encontrado.

El aparato incautado es tecnológico, pero bastante artesanal. Para su elaboración, desconocidos utilizaron elementos básicos que están al alcance de cualquier persona.

Villalón detalló que éste fue elaborado con una microcámara que, probablemente, fue sacada de un teléfono celular con sistema Android, una memoria utilizada comúnmente en estos aparatos, además de una batería de litio y uno que otro sensor.

“La persona que lo implementa tiene conocimientos tecnológicos (…) No es un aparato que se compra sino que hechizo”, expresó el oficial.

Asimismo, explicó que el ventilador no es parte del cajero; por eso es que resulta importante que las personas que vayan a utilizar un cajero sepan que las superficies del dispensador siempre son lisas.

Si al momento de girar dinero se percata de alguna irregularidad o algo anómalo, el oficial instó a que llamen de inmediato a la Policía de Investigaciones.

Las diligencias aún están en proceso de investigación ya que aún falta saber cuánta información alcanzaron a almacenar en este sistema y cuántos días llevaban en el cajero.

En este contexto, Villalón sostuvo que solicitaron cámaras a la empresa y al banco BCI a fin de establecer qué día pudo haberse originado el hecho.

Sin embargo, se estima que el lapso no sea superior a dos días ya que el viernes fue la última vez que la empresa Transbank trabajó en dicho cajero y, por protocolo, debían revisarlo.

Asimismo, agregó que no debieran existir víctimas por este delito ya que la información actualmente se encuentra en manos de la policía y no de los antisociales.

Los aparatos serán remitidos a la Sección Infoingeniería de la Policía de Investigaciones de Chillán, que es donde están los expertos en el área computacional.