Francisca Guzmán: Heredera de una tradición familiar

Francisca Lorena Guzmán Buchón es abogada de 31 años, nacida y criada en Los Ángeles.

Cuenta que cuando era pequeña vivió unos meses en Loncoche, donde trabajaba su padre (Jorge Guzmán, actual presidente de la multigremial Biobío), para luego volver a la capital de la provincia.

Asimismo, recordó que “tuve una niñez muy tranquila, familiar, siempre en el campo con mis abuelos, mis primos”.

Uno de los puntos que más destacada de sus recuerdos cuando era niña eran los viajes a Bolivia. Sus abuelos maternos son de allá, por lo que cree que eso le abrió siempre la mente para poder seguir viajando y conocer otros lugares.

La enseñanza prebásica, básica y media en el colegio Alemán de Los Ángeles. En cuanto a su rol como estudiante, comentó que “siempre me destaqué por mi carácter, fui presidenta de curso, vicepresidenta del centro de alumnos y por mi carácter siempre que había que bailar, yo estaba bailando, si había que cantar yo estaba cantando, siempre participé activamente en ese sentido”.

En cuanto a lo académico, destacó que siempre estuvo dentro de las buenas alumnas del establecimiento.

Aunque sus dos padres son veterinarios, cuenta que siempre sus gustos fueron por el lado humanista.

Asimismo, dijo que “desde chica que a mi papá lo acompañaba en su tema gremial, por la remolacha, cuando volvió la democracia participamos en temas de política en campañas, siempre bien metidos en el tema social”.

Tras salir de cuarto medio, entró inmediatamente a estudiar derecho. La ahora abogada, comentó que, como mencionó anteriormente, siempre hubo algo que la “tiró” por el lado humanista, aunque la decisión de estudiar derecho la tomó ya en cuarto medio. “Yo quería estudiar periodismo, pero el campo laboral para ellos no es muy amplio, por lo mismo, para ampliar la gama a la hora de trabajar, decidí estudiar derecho”, explicó.

Tras tomar la decisión, partió a Santiago a estudiar en la Universidad de Los Andes. En ese sentido, recalcó que “estoy muy feliz de mi decisión, porque estaba dentro de las mejores que hay en Chile”.

Respecto a esa etapa, cuenta que no fue tan dura como para muchos universitarios, ya que su hermana ya estaba estudiando en Santiago y su padre, por motivos laborales viajaba a menudo a la capital, por lo que se sentía en familia y no estaba sola. A ello le suma las amistades que hizo allá y que tiene hasta el día de hoy.

“Yo estudiaba en la semana, teníamos certamen los viernes y ya los fines de semana disfrutaba de la vida (ríe)”, afirmó.

Asimismo, destacó que le fue muy bien como estudiante universitaria, resaltando como una de las mejores estudiantes de su generación. Sin ir más lejos, fue destacada como la mejor en derecho procesal y en derecho laboral.

“Me dediqué 100% a estudiar, en los veranos hice practica en algunos estudios jurídicos en Santiago”, recordó Guzmán.

A su vez, dijo que “mi etapa en la universidad me ayudó a abrirme de mente, pese a que es una universidad opus dei, pero en nuestro grupo de estudiantes había de todo, compañeros socialistas, otros de derecha, pero entre todos nos hicimos amigos, había un grupo entretenido y hasta el día de hoy conservo amistades. Después de eso, considero que soy una persona más tolerante y el sello de la universidad, que es hacer bien las cosas y destacarse en lo que uno quiere hacer”.

VUELVE A LOS ÁNGELES POR AMOR

En su práctica profesional en Los Ángeles, conoció a quien hoy es su actual marido, con el que se casó el 2012 y por quien finalmente decidió quedarse nuevamente en la capital de la provincia de Biobío.

Wladimir González trabajaba con ella en la corporación de asistencial judicial y tocó la casualidad de que él guió su práctica, aunque Francisca se apresura a asegurar que “no es tan mayor, sólo cinco años de diferencia”.

“Entre los dos decidimos abrir un estudio jurídico acá y suplir, en ese sentido algo que faltaba, que es un trabajo en equipo entre abogados, el que seguimos hasta el día de hoy. Nosotros no funcionamos como abogados que comparten oficina, sino que somos un equipo que en el cual todos trabajamos para un fin”, explicó.

LA POLÍTICA

Como destacó anteriormente, desde pequeña siempre se involucró en el mundo de la política, influenciada por su abuelo y su padre, quienes constantemente pelearon por su rubro campesino.

“Desde ahí que viene mi interés por la política, a mi papá quisieron tentarlo para que fuera candidato a diputado, pero por problemas familiares no fue y una vez Cristóbal Urruticoechea me preguntó si me interesaba ser concejal, le dije que sí. Siempre estuvo en mí ese interés”, comentó.

Respecto a lo positivo de la política, recalcó que el trabajo como concejal es mayor al que la gente cree, no es sólo dedicarse a cortar cintas. “Si uno quiere ejercer bien su labor, tiene que ir a todas las reuniones de comisión, estudiar en la casa, darse el tiempo de ir a reuniones de juntas de vecinos. Lo positivo fue que había un buen grupo de concejales, que le dedicaba más tiempo que yo a la política, porque yo después decidí ser mamá, entonces por un tema de sanidad decidí no ir a la reelección”, explicó.

A su vez, agregó que se llevó una grata sorpresa al ver que sí había un grupo de personas 100% dedicados a su labor.

Respecto al lado negativo, dijo que existe gente que no hace bien su labor, que se deja estar y no dan para la productividad.

PROYECCIONES

Francisca Guzmán, cuenta que actualmente está dedicada 50% a sus hijos y 50% a su trabajo en temas de tiempo.

Asimismo, no duda en su futuro cercano, “yo quiero seguir teniendo más hijos, así que me veo criándolos, estando aquí y ya en un futuro lejano, volver a dedicarme a la política y ver en el fondo como está la situación de la ciudad”.

En cuanto a si cree que el municipio necesita de sus servicios como concejal, Guzmán fue clara en asegurar que “no, porque si yo estuviera ahí ahora, estaría a medias haciendo mi trabajo, considero que hay gente que está capacitada y que está ahí en este momento”.

SU FAMILIA

Para Francisca hay un punto importante en su vida y ese es su familia. Con su marido y sus dos hijos, relató que “mi núcleo de hijos y marido significa todo, en este momento me debo 100% a ellos y también me considero una persona a la que le afecta mucho también el resto de su familia, nosotros somos muy cercanos en cuanto a papás, tíos, primos, abuela, entonces, mis decisiones pasan por la familia, pasan por ver el bienestar de ellos y por eso en un momento tomé la decisión de no ir a la reelección como concejal”.