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La Tribuna

Adimark: Caen los importantes

por Leslia Jorquera

El camino a la elección presidencial está cada vez más cerca y cualquier traspié, error o derechamente las divisiones al interior de las coaliciones, puede sepultar el anhelo de los candidatos, aunque sean los más obvios y populares.

La última medición de la empresa investigadora de mercado y de opinión pública Adimark, arrojó el día de ayer sus resultados, que parecen bastante similares con la entrega anterior. Sin embargo, si se analizan las cifras, tanto Sebastián Piñera, quien mantiene el liderazgo de la medición nuevamente, como Alejandro Guillier, cayeron.

Las razones pueden ser diversas, pero no se puede desconocer que esos puntos están repartidos en Manuel José Ossandón, que en esta oportunidad y por primera vez, desplazó a Ricardo Lagos y a Beatriz Sánchez, quien llegó de 0 a un 2% en un par de días.

Claramente los dos candidatos más fuertes que se han presentado en estas mediciones, se encuentran estancados. Por un lado, Piñera se encuentra en medio de un conflicto económico bastante complejo con Bancard, que le impiden presentarse ante la opinión pública como alguien transparente. Sea verdad o mentira, la situación de la pesquera Exalmar y de la minera Dominga, le afectaron.

Por su parte, Alejandro Guillier, más que ser el querido rostro de televisión de los 90, no tiene plan de trabajo ni propuestas serias. Es claramente un candidato popular y nada más y eso, probablemente, no les gusta a los más antiguos de la Nueva Mayoría, quienes quieren a un representante mejor preparado para liderar al país.

Si bien Sebastián Piñera tiene hoy – según las mediciones – la mayor posibilidad de ser el próximo presidente de Chile, lo cierto es que si no logra desmarcarse de los conflictos que hay entre los negocios y la política que le han llegado, podría haber un desplome. Pese a ello, el PRI, la UDI y RN, los partidos más fuertes de la centro derecha ya lo han proclamado.

En tanto, Alejandro Guillier, aún tiene oportunidades de proyectar su campaña en los meses que vienen, para lo cual la unidad al interior de su conglomerado debe ser clave. Quizás es positivo que hayan surgido más candidatos, pero también puede ser una amenaza. La Nueva Mayoría debe proyectar la unidad que hubo en 2013, de lo contrario, no podrán continuar la senda de Michelle Bachelet.

El camino a la elección presidencial está cada vez más cerca y cualquier traspié, error o derechamente las divisiones al interior de las coaliciones, puede sepultar el anhelo de los candidatos, aunque sean los más obvios y populares.

 

 

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