Logro o fracaso: Gobernador a prueba

 Será con el retorno de los vuelos al aeródromo María Dolores que se podrá medir la capacidad de gestión y liderazgo de la autoridad provincial. Fue el mismo quien se puso el desafío y eso habla bien de Barceló, pero, si no lo logra, se sumará a las características promesas políticas que nunca se concretan y a las cuales nos hemos acostumbrado a lo largo de la historia.

Nadie podría decir que la gestión del gobernador de la Provincia de Biobío, Luis Barceló ha sido negativa. Ha sido un hombre respetuoso de su cargo, considerado con los funcionarios no políticos de su repartición y ha sido capaz de sentarse a la mesa a tratar temas provinciales con cada uno de los sectores políticos y empresariales que lo requieren.

Si bien es sabido que algunos partidos políticos de la Nueva Mayoría han intentado removerlo de su cargo en más de una ocasión, lo cierto es que no lo han logrado. Tanto el gobierno a nivel regional como central, tienen claro que el liderato de la máxima autoridad regional, ha sido un verdadero aporte y elemento de unidad.

Sin embargo, ha sido el propio Barceló quien se ha puesto desafíos grandes y que hoy pueden marcar su éxito o fracaso en lo que resta de la actual administración.

Él mismo, en entrevista con La Tribuna el mes de enero, anticipó cuáles serán las tareas concretas que el liderará y que dejarán un legado para la provincia.

Una de ellas es el ascensor para los edificios públicos, que darán dignidad a las personas en situación de discapacidad y de la tercera edad. Aun no hay nada. En segundo lugar, asegura que dejará puesta la primera piedra de la Ruta a Nahuelbuta. Aun no se concreta. En tercer lugar, sostiene que logrará avances sustanciales en materia de compra de tierras para las comunidades indígenas de Alto Biobío. Se inició en enero. Y, en último lugar, probablemente el más importante de todos: la reactivación de vuelos comerciales desde Los Ángeles a Santiago.

Se han golpeado puertas, se han gestionado reuniones y mesas público privadas. Han organizado reuniones con diversas aerolíneas, pero aún no hay nada que nos haga creer que los aviones llegarán a loza angelina.

Será con el retorno de los vuelos al aeródromo María Dolores que se podrá medir la capacidad de gestión y liderazgo de la autoridad provincial. Fue el mismo quien se puso el desafío y eso habla bien de Barceló, pero, si no lo logra, se sumará a las características promesas políticas que nunca se concretan y a las cuales nos hemos acostumbrado a lo largo de la historia.

La tarea es ardua y para ello su equipo de confianza político, tiene que tomar un rol activo en la causa. Debe ser apoyado por sus parlamentarios y también por los consejeros regionales y la Intendencia. Este es un trabajo en donde todo suma.

Hoy muchos están preocupándose más de la elección presidencial y parlamentaria de fin de año y eso, puede ser un elemento que aleje al gobernador de concretar el proyecto. Pero si trabajan unidos, más allá de las pugnas electorales, es probable que la marca Barceló quede registrada en la historia.