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La Tribuna

Lechería Ancali presentó recurso contra central Frontera que frenaría su construcción

por Alejandra Sánchez

La empresa de Heller ingresó una acción que podría invalidar el permiso ambiental de la Central Frontera. Ancali, tiene entre sus negocios, la venta de electricidad al SIC con su generadora a base de purines ubicada en San Carlos de Purén.

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Una nueva polémica envuelve a Agrícola Ancali, aunque esta vez no se trata de algún sumario o los problemas que ha tenido con los habitantes de la localidad de San Carlos de Purén. Sino que ahora, la disputa es con la Central Frontera, hidroeléctrica de pasada, que se pretende construir en el límite de las comunas de Los Ángeles y Mulchén, -iniciativa controlada por Energía Llaima-.

Esto, luego que Ancali presentara un recurso para invalidar el permiso ambiental de la Central.

Recordemos que en febrero del 2016, La Tribuna informaba sobre la aprobación, por parte de la Comisión de evaluación ambiental -del estudio de la Central Run of River, Frontera- la que contemplaría una inversión de US$300 millones. En la publicación se destacó lo novedoso del proyecto, y la participación, además, de inversionistas locales.

De este mismo modo, conjuntamente de la generación de energías, estas son iniciativas que van ligadas -directamente- al trabajo continuo y actividades que permitan potenciar la productividad de las personas que se encuentren en las localidades cercanas a la central.

Por lo mismo, se contemplan empleos directos, alrededor de 372 puestos de trabajo, y en el peak de construcción unos 860, sin contar los de forma indirecta.

Hasta eso, todo se veía muy bien encaminado, proyecto que se podría ver truncado, tras el recurso presentado por Ancali.

 

LOS ARGUMENTOS DE LA AGRÍCOLA

Según lo dio a conocer emol, el pasado 5 de abril, en el escrito, la lechería solicita dejar sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) "por haberse incurrido en una serie de vicios de derecho objetivo".

El primero de estos vicios, dicen, es la no utilización y seguimiento obligatorio de guías metodológicas oficiales. Se produjo en la evaluación ambiental una errónea predicción de los impactos ambientales, dados los errores metodológicos provocados por no aplicar las guías (del SEA).

En segundo lugar, señalan que la evaluación no consideró elementos y áreas esenciales, en lo referente a los impactos sobre los componentes de hidrología y de calidad de aguas subterráneas.

Y finalmente, comentan que en el proceso de evaluación se reconocían impactos en los niveles de agua subterránea en la operación de la iniciativa, mientras que el acto terminal (RCA) sólo los contempla para la etapa de construcción, reduciendo significativamente, y sin justificación alguna, la magnitud y alcance de los efectos dañinos de dicho proyecto.

Asimismo, el medio de comunicación nacional, agregó que el documento firmado por los ejecutivos de Bethia, Miguel Aparicio y Ana Soledad Bull, indica que "al no haber predicción correcta de los impactos ambientales, no se pudieron definir medidas de mitigación, compensación o reparación adecuadas o correctas sobre el vulnerable terreno, instalaciones y actividad productiva desarrollada por mi representada, Agrícola Ancali".

Es bueno recordar que Ancali mantiene en las dependencias de la lechera una generadora de electricidad a base de purines. Dicha energía es vendida al Sistema Interconectado Central.

 

LOS ACTORES INVOLUCRADOS

En base a estos antecedentes, La Tribuna FinDe, se contactó con los actores involucrados, Agrícola Ancali, quien prefirió no referirse al tema, explicando que no se darán declaraciones.

En tanto, desde Energía Llaima, Alejandro Donoso, gerente de Sustentabilidad de la empresa enfatizó que “respecto del recurso presentado por la Agrícola Ancali, para invalidar el permiso ambiental de la Central Frontera, reiteramos que hemos cumplido a cabalidad con las exigencias definidas por la legislación vigente y de acuerdo a todos los procedimientos normados”.

A ello, agregó que “es importante recordar que el proyecto fue aprobado en forma unánime. En este contexto, consideramos que la reclamación no se sostiene en los hechos y carece de fundamentos”.

HISTORIA DE POLÉMICAS

Como se explicaba al principio de esta nota, esta no es la primera polémica en la que se ve envuelta la agrícola Ancali, que tiene directa relación con la provincia de Biobío, y la situación ambiental.

Recordemos que hace poco más de un año salió a la luz una disputa entre la empresa con los habitantes de la localidad de San Carlos de Purén, quienes se vieron afectados por una invasión de moscas y malos olores, otorgándole toda la responsabilidad a la lechería Ancali, que se encuentra ubicada en el sector.

Luego de meses, Ancali fue fiscalizada por la Superintendencia del Medio Ambiente, con un equipo multidisciplinario constituido por la Seremi de Salud y el Servicio Agrícola Ganadero, con el objetivo de velar por la Resolución de Calificación Ambiental.

Por lo que, la empresa tomó la decisión de acogerse a un plan de cumplimiento para solucionar estos temas, además de realizar mesas de trabajo con los vecinos de San Carlos, junto a sus principales actores.

MESA DE TRABAJO CON LOS VECINOS

Hasta el momento se han llevado a cabo tres reuniones, en la que se han expuesto todos los problemas de la comunidad de San Carlos. Destacando, también, que se presentaron otros temas complicados de la localidad, como la saturación de las fosas sépticas o la disposición y retiro de basura.

El próximo 20 de abril se realizará el cuarto encuentro donde se presentarán resultados de ciertos estudios y las medidas que se tomarían de existir materias que abordar, así lo explicó el gerente general de Ancali, Miguel Aparicio.

Consultado por la recepción de los vecinos con respecto a esta iniciativa, Aparicio manifestó que “desde nuestra perspectiva creo que hemos avanzado y ha sido provechoso dado que se han podido detectar algunos focos necesarios de atender, propios de la localidad de San Carlos de Purén”. A ello, agregó que, más allá de algunas posturas más polarizadas, han visto importantes avances, como el nombramiento de una delegada municipal, y el compromiso de la autoridad por hacer de esta instancia una vía de solución y diálogo de largo plazo, “lo que es muy bueno porque ello permite sincerar las necesidades de nuestra localidad y contribuir al mejor bienestar de todos en lo inmediato y largo plazo”.

Del mismo modo, la presidenta de la Junta de Vecinos de la villa San Carlos de Purén, Ximena Gómez, expresó que en las reuniones efectuadas, hasta ahora, sólo les ha ido explicando los avances, “ahora el 20 debería ya Ancali presentarnos su programa, qué es lo que va a pasar, ya debería dar una solución más concreta, porque hemos tenido únicamente conversaciones, no se ha visto nada concreto en realidad”.

Del mismo modo, destacó el avance en la relación que se ha logrado con la empresa. “La relación con Ancali ha sido mucho más cercana, ellos informan más al pueblo, al Comité de Medio Ambiente, si van a fumigar o hacer laguna otra cosa, lo que antes no lo hacían, ahora nos mantienen al tanto. Antes no tenía nada de comunicación con la agrícola, pero ahora si está”.

 

LAS MOSCAS Y MALOS OLORES QUE NO SE VAN

Si bien, la relación entre Ancali y los vecinos se ha ido solucionando, algo que aún no tiene remedio es el tema de las moscas y malos olores, los que hasta ahora siguen apareciendo en San Carlos de Purén.

Así lo dejó en evidencia Ximena Gómez, quien expresó que “ellos estaban haciendo un programa, cambiándoles la alimentación a las vacas, para disminuir el tema de los olores, y las moscas, pero igual siguen”.

Asimismo, subrayó que “se ha avanzado de a poco en esto, pero solo hemos ido avanzando en confirmaciones, pero de concreto nada, esperamos ahora que el 20 de abril, Ancali nos dé una solución y algo más avanzado de parte de ellos”, concluyó.

En esta línea, el gerente general de Ancali, detalló que “esto es un tema complejo. No hay una norma reglamentaria de medición de olores molestos, pues la existente sólo se refiere a olores molestos que afecten a un vecindario, pero nada dice como se mide ello. Entonces es algo relativo, lo que para unos puede ser molesto para otros es propio del campo”.

Agregando que “como nuestra voluntad, más allá de esta relatividad de la materia, es contribuir y colaborar en eliminar o mitigar olores, sean o no estos molestos a la percepción particular, encargamos un estudio a una empresa especializada en esta materia, y conforme a lo que allí resulte, tomaremos las medidas tendientes a procurar eliminar olores, sean o no molestos o hacerlos lo más imperceptible posible”, recalcó.

Con respecto a la proliferación de moscas, Miguel Aparicio, subrayó que “hemos implementado un plan preventivo de fumigación post cosecha para esta temporada y reforzado también, al igual que años anteriores, fumigaciones preventivas en las comunidades aledañas, de manera tal de evitar cualquier aumento explosivo de estos vectores dentro de la vecindad. Hacemos notar que estas medidas las aplicamos, aun cuando la generación de moscas también se produce por otros focos del sector y localidad que no dependen de nuestra empresa”, concluyó.

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