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La Tribuna

Jornada tranquila durante el día del Censo

por Víctor Contreras

El Diario La Tribuna salió a las calles de Los Ángeles y alrededores durante el esperado día de Censo, en donde se conversó con los protagonistas de la jornada, la cual se vivió como un día especial en la ciudad.

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Finalmente llegó el esperado día del Censo, esta vez uno que pudo ser realmente organizado dentro de las mínimas dificultades. Atrás quedó el fallido intento del 2012 y este 19 de abril la ciudadanía de Los Ángeles se volcó en pos de este gran operativo estadístico.

La jornada comenzó temprano con la llegada de los primeros censistas a los locales habilitados. En Los Ángeles, el centro de operaciones principal se ubicó en el Polideportivo de la ciudad, donde se concentró personal tanto municipal como del Instituto Nacional de Estadísticas.

UN CENSO ABREVIADO

Fue un censo de sólo 21 preguntas, por lo que se pudo avanzar de manera rápida conforme corría el día. Los temas abordados eran específicos: edad, educación, género, migración y características de las viviendas, entre otros.

CIUDAD DESOLADA

Además, al ser declarado como feriado irrenunciable, se apreció durante gran parte del día una mínima afluencia de público por las calles de la ciudad. En general, la gente esperó a los censistas en sus casas y el comercio estaba completamente cerrado salvo por algunas excepciones.

El gobernador de la Provincia del Biobío, Luis Barceló se reunió a las 7 AM con el equipo directivo del Censo y las policías.

En este contexto, la locomoción colectiva se pronosticó con frecuencia normal, debido a un convenio con la asociación de taxibuses de Los Ángeles, los cuales estaban instruidos de llevar gratis a los censistas con sus credenciales.“El feriado irrenunciable era lo más conveniente para obtener resultados certeros”, comentó el gobernador.

Aun así, las micros y colectivos vistos en las calles durante la mañana y el mediodía fue mínima, exceptuando muy contados casos. Ni siquiera vehículos particulares podían verse con continuidad recorriendo la comuna.

COLECTIVO AL RESCATE

Uno de los trabajadores de la locomoción colectiva que realizó su labor fue Víctor Henríquez, colectivero de la línea 10 Orompello, quien informó que la “locomoción estuvo lenta, no hay locomoción o es muy poca, hoy está desierto”, comentaba Henríquez.

“Sin embargo, al ser uno de los únicos que ando trabajando, voy a conseguir pasajeros. Estoy acostumbrado a trabajar en días feriados, porque me va bien”, concluyó el conductor en una desierta avenida Ricardo Vicuña, donde principalmente se veían vehículos policiales que patrullaban la ciudad, y cada ciertos minutos uno que otro colectivo.

COMERCIO, SÓLO EN EL BARRIO

Era un feriado para todos, por tanto, el comercio en general estuvo cerrado durante la mayoría del día. Sólo algunos almacenes, en que sus dueños tienen el negocio en el mismo lugar de sus viviendas, abrieron sus puertas para satisfacer las necesidades de los menos preparados.

Es el caso de la señora Sandra Campos, dueña del local Provisiones R&S ubicado en calle Los Carrera, quien señaló que “no tengo problemas en abrir, creo que me va a ir mejor que otros días, ya tengo experiencia en días feriados”.

“Me censaron a las 9 y media, justo antes de abrir a las 10, como todos los días. Estuvo todo tranquilo y rápido. No tuve ni tiempo de regalarle una galletita, fue una señorita muy simpática”, recalcó la comerciante.

EN LA VEGA

Asimismo, al mediodía, en el sector de la Vega Techada, algunos locales comerciales sí abrieron. Fue también el caso del negocio de flores de la señora Nayareth Salgado, quien tras ser censada en el campo, viajó rápidamente a la ciudad para poder vender sus productos.

“En el campo censaron temprano y por eso pude venir a trabajar”, comentó la florista, y con respecto al Censo indicó que “pude ver que estaban censando a gente indigente también, lo cual fue bonito”. “La parte que no me gustó del censo fue la pregunta de la edad”, bromea. “Vi muchos censistas temprano en la mañana”, añadió.

Sin embargo, en La Vega sólo se trabajó hasta las 2 de la tarde, que era lo que se había acordado con anterioridad por el gremio.

CENSISTA EN TERRENO

Ricardo Ruiz, ingeniero y profesor de universidad y liceo, fue censista al ser empleado público. El profesional explicó que “la capacitación fue buena. En la mañana partimos con un poco de lluvia, pero a medida que se desarrolló el día nos acompañó un poco más el clima”.

UNA BUENA EXPERIENCIA CON ALGUNAS CRÍTICAS

“Ha sido una experiencia espectacular, la recepción del público es muy buena, te ofrecen cafecito, desayuno, etcétera. Igualmente creo que el censo ha sido demasiado abreviado, fueron las mismas personas censadas quienes me comentaban que se faltó considerar algunas cosas, como los niveles de ingreso, que daría una perspectiva económica bastante importante”.

ANALÍSIS EN EL CENTRO DE OPERACIONES

Enrique Córdova, encargado técnico comunal de Los Ángeles, comentó en horas de la mañana que “hubo una pequeña baja en la convocatoria durante la mañana por el tema de la lluvia. Faltaron algunos censistas los cuales fueron cubiertos por personal de reserva ya capacitados”, comentó.

A su vez, Pedro Parra, presidente de la Subcomisión de Levantamiento del Censo 2017, analizó que “trabajamos hasta el último día en capacitaciones para preparar a todos los censistas, y hoy hemos notado una gran conciencia cívica de los participantes, en general eso ha sido un gran éxito”.

CENSADA A LOS 93 AÑOS

En el hogar de ancianos Pequeño Cotolengo de la ciudad, se vivió unos de los momentos más significativos de la jornada, donde los abuelitos fueron censados en una actividad encabezada por el gobernador.

En ese lugar se censó la señora Berta Hortensia Infante, de 93 años, quién comentó: “Recuerdo otros censos, siempre es lo mismo, uno tiene que decir la verdad y contestar todo para ayudar lo mejor posible.”

Además explicó su visión de la sociedad en general. ”Ha cambiado para mal, mucha falta de respeto hoy en día, antes era mejor y hoy veo mucha gente creída”.

Se declaró lectora de La Tribuna y dice que lo pasa bien en el hogar. “Perdí la memoria por algún tiempo, pero logré recuperarla, recordé cosas duras de mi vida y ahora puedo contestar este censo con la mucha claridad, por eso mismo sufro, porque estoy muy bien de la cabeza”, sonríe la señora Berta.

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