Hospitales, Cesfam y Cecosf y las eternas esperas

Es complejo hablar de lo que ocurre al interior de los centros de salud familiar, porque si se busca la responsabilidad del caos que se genera en los meses de invierno, probablemente no se llegue a nada. El enfermo está condenado a esperar.

Un ejemplo de esta obviedad. Una persona se siente mal. Está con jaqueca, tos de pecho de esa que ya duele, oídos tapados, escalofríos y otros síntomas. Lo único que necesita es un médico que pueda decirle oficialmente lo que ya sabe, tiene gripe o un fuerte resfrío y debe tomarse algunos antibióticos o inyectarse penicilina si es muy fuerte la amigdalitis. Sin embargo, lo que ocurre es que no están en riesgo vital y eso se traduce en que puede pasar prácticamente el día entero sentado en el consultorio u hospital, para esperar aquella atención médica de 2 a 5 minutos.

Quizás el problema no se trata de más médicos o especialistas – aunque sí hacen mucha falta - probablemente la forma en que se ejecuta la atención de salud es la que genera la lentitud.

Existe una experiencia en mejorar un área de trabajo, quizás lejana a lo que ocurre en un hospital, pero no por ello la vamos a lapidar.

En algunas empresas forestales, se ha dado curso a un proyecto hace muchos años que se llama “Excelencia Operacional”, el cual existe desde 2009 y permite a los propios trabajadores, diseñar estrategias que mejoren la producción, optimicen los recursos y abarquen nuevas áreas de trabajo.

Es una gran idea en la cual participan activamente los colaboradores, ya que quienes ganan, obtienen un importante premio y lo que es mejor, soluciones para trabajar mejor.

A nivel de salud, probablemente sería una buena estrategia que los propios funcionarios de los centros de salud: administrativos, médicos, enfermeras, kinesiólogos u otros, pudieran generar ideas para mejorar la atención de los pacientes, evitando que pasen por las largas esperas, especialmente cuando se trata de patologías de baja complejidad. No es digno que esperen todo un día por recibir atención médica.

Probablemente, focalizando la gestión de manera independiente en cada centro asistencial, se puedan concretar mejoras en la calidad de la atención. Porque está claro que el sistema público está totalmente sobrepasado, porque no existe un buen programa de atención de pacientes. Eso es indiscutible. La clasificación de gravedad es necesaria, pero no se puede justificar que una adulta mayor, un niño o un trabajador, tengan que perder una jornada completa para recibir un simple remedio.

La violencia de los usuarios hacia el personal, no tiene justificación alguna, pero evidencia que algo no está funcionando. Trabajemos entre todos por arreglar el problema.