Delincuentes sustraen millonario botín desde casa de familia angelina

Inseguridad, rabia, impotencia, miedo. Una mezcla de emociones son las que invaden a Inés Sobarzo y a su familia. No es para menos ya que, en los últimos seis meses, han sido víctimas de los ladrones en al menos cinco oportunidades.

Sobarzo y su familia tienen una casa de campo en el sector de La Higuerilla, camino a Pedregal, en la comuna de Los Ángeles y que utilizan para descanso.

Con esfuerzo y trabajo lograron construir una casa, un quincho y una bodega. Con el mismo ahínco lograron adquirir las cosas necesarias para poder ir implementando y habilitando las dependencias.

El último robo del cual fueron víctimas se registró el jueves recién pasado cuando delincuentes ingresaron a la bodega, la cabaña y el quincho, sustrayendo especies avaluadas en un monto cercano a los cuatro millones de pesos.

Para poder perpetrar el delito, los delincuentes habrían ingresado al terreno de la familia de Sobarzo por uno de los cercos.

Inés aseguró que no lo rompieron sino que pasaron las cosas por debajo del alambre, arrastrándolas, para luego cargarlas en un vehículo y llevárselas.

Entre las especies que se llevaron los ladrones en esta oportunidad había una orilladora nueva profesional marca Sthil; un taladro profesional 3/4 pulgadas; un galletero profesional de 5 pulgadas; un tornillo mecánico profesional de 7 pulgadas; siete cajas con herramientas incluidas y un taladro Black & Decker.

Además, robaron una colección de tres máquinas de coser antiguas, sombreros y un set de ollas, serruchos y  motosierras, entre muchas otras cosas más.

Ésta es la quinta vez que ingresan a robarles. En otras oportunidades, delincuentes les robaron bombas de agua, ropa de cama, colchones, marquesas, estufas, ventiladores y televisores.

Para Inés, la primera vez que fueron víctimas de un delito les causó desconcierto “porque uno no lo cree. Después, desconfianza porque uno empieza a mirar a su alrededor y empieza a ver que a lo mejor el ladrón está dentro de la gente que uno frecuenta”.

Inseguridad, rabia, impotencia. Son muchas las emociones que invaden a Inés y a su familia; a todo ello, se suma el miedo.

“A veces sientes que están como al pendiente tuyo, viendo qué haces, qué llevas y sacas del campo. Sientes como si te estuvieran vigilando”, relató la víctima.

A todo ello agregó que “me parece muy sencillo decir que son cosas materiales pero resulta que detrás de esas cosas materiales hay un costo, un esfuerzo. A uno, nadie le regala nada; lo que pierdes para uno tiene un valor (…) esa es la rabia que a uno le da”, agregó Sobarzo.

Tras conversar con La Tribuna, Inés llamó a la comunidad a entregar cualquier información a Carabineros y que permita dar con el paradero de las cosas que les sustrajeron o si escuchan sobre alguien que las trata de comercializar.