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La Tribuna

Procuramiento: una carrera médica contra el tiempo para salvar vidas

por Víctor Contreras

En el hospital de Los Ángeles se extrajo el primer órgano donado del año en la provincia del Biobío. Conozca a través de La Tribuna cómo se lleva a cabo este proceso denominado procuramiento.

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La generosidad y respeto de una familia angelina, permitirá extender y mejorar la calidad de vida de tres chilenos que esperan por un trasplante de órgano.

Un hombre de 63 años, oriundo de la ciudad de Los Ángeles, decidió en vida ser donante de órganos. Su familia acató su voluntad y gracias a ese noble gesto, este miércoles 28 en la madrugada, se realizó el primer procuramiento multiorgánico del año 2017 en la provincia.

Tras una larga intervención quirúrgica, realizada por dos equipos especializados provenientes de la Clínica Sanatorio Alemán y Hospital Clínico Guillermo Grant Benavente de Concepción, se llevó a cabo el primer procuramiento de órganos de este año en el hospital de Los Ángeles.

En esta oportunidad se lograron extraer con éxito, el hígado y los riñones del donante, los que fueron enviados a Concepción y Santiago, aportando así a la disminución de la lista de espera tanto regional como nacional.

LOS PROTAGONISTAS

El Dr. Milton Inostroza, médico jefe del equipo de cirujanos proveniente de Clínica Sanatorio Alemán, señaló que “el trasplante de órganos como terapia es tan efectiva que cada vez está siendo implementada en más patologías terminales”.

Además añadió que “se han obtenido muy buenos resultados, por lo que cada vez son más las personas que se benefician con un procuramiento, resolviendo sus problemas y mejorando considerablemente su calidad de vida”.

Por su parte, la enfermera coordinadora de Procuramiento y Donación de Órganos del Complejo Asistencial angelino, Lucía Estrada Baeza, enfatizó en la importancia de conversar sobre la donación en familia.

“Cuando llega un momento tan complicado, como es la muerte inesperada de un ser querido, uno como familiar sabe cuál es la voluntad de esa persona, sólo queda respetar su decisión”, sentenció la profesional.

EXPERIENCIA EN LOS ÁNGELES

El primer registro de procuramiento en el hospital de Los Ángeles se cumplió en el 2006. En ese entonces no había una unidad especializada, la cual se formó en 2012.

A contar del 2015 son dos las enfermeras a cargo de la unidad, con el fin de estar día y noche, durante todo el año, pendientes de algún procedimiento que implique alguna donación de órganos.

Cabe destacar que en el complejo angelino no se hacen trasplantes de órganos. Están los planes para hacerlo a futuro, pero no es un procedimiento que se realice en la actualidad.

EXPLICACIÓN DE PROCURAMIENTO

Entonces, lo único que se hace en Los Ángeles, es el procuramiento, el cual es el proceso que comienza con la pesquisa de posibles donantes de órganos, y termina con la extracción de éstos para ponerlos a disposición de personas que requieran este trasplante.

En este proceso de procuramiento, se hacen necesarios los equipos que puedan mantener estos órganos, los cuales son traídos al momento del procedimiento, desde hospitales que cuentan con la capacidad para realizar trasplantes, como Concepción o Santiago.

DEL DONANTE AL TRASPLANTE

El proceso de donación sigue la estructura de una cadena, que comienza con la identificación del donante. Esto se concreta cuando un paciente con un daño neurológico irreversible está en el servicio de urgencia.

Una vez que los médicos dan este pronóstico en donde la vida de una persona es irrecuperable, se hace presente en la sala la unidad de procuramiento.

Ellos evalúan las condiciones del paciente y lo dirigen a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde se hace un mantenimiento, ya que un cuerpo al estar con daño neurológico irreversible, necesita de minuciosos cuidados para conservar sus órganos en buenas condiciones.

Durante ese proceso se realiza el diagnóstico de muerte encefálica a través de muestras clínicas específicas, como por ejemplo el test de apnea, quien la certificará un médico tratante más un neurólogo o neurocirujano, dependiendo del caso. La ley indica que la muerte encefálica es la muerte confirmada de una persona.

En esta instancia, el cuerpo no puede ser desconectado ni tampoco se le deja de administrar droga, por la misma razón de poder mantener los órganos funcionando, ya sin la intervención del cerebro.

 

LA FAMILIA

Al certificar la muerte encefálica, el cuerpo médico habla con la familia y le explica el fallecimiento del paciente. Aquí hay veces que algunos familiares pueden encontrar cierta contradicción, según explica Lucía Estrada, ya que se aferran a algunos signos que para ellos son vitales, pero que en realidad es sólo un estado inducido por las máquinas.

Una vez que los médicos hablan con la familia para informar la muerte encefálica, es el equipo de procuramiento quienes conversan con ellos, en caso que el paciente cumpla con los criterios para ser donante.

Ahí es donde se pregunta directamente si la persona fallecida habría expresado en vida si quería ser donante. Entonces ellos deciden si van a cumplir la voluntad del donante, la cual ya se entiende como una decisión, aunque igualmente es la familia quien va a tener la última palabra.

“Posteriormente, se pregunta cuáles son los órganos que se van a donar, acotando aquellos que estén en condiciones de ser ocupados por otra persona. Por ejemplo, en el reciente caso registrado en Los Ángeles, el donante sólo contaba con riñones e hígado óptimos para el procedimiento”, informó una de las enfermeras de la unidad de procuramiento, Javiera Pino.

En este proceso también se consideran la logística de los centros habilitados para trasplante, en donde también deben estar disponibles los equipos para ser enviados, en este caso a Los Ángeles y, como es frecuente, desde Santiago o Concepción.

“Esta gestión considera los tiempos de traslado del equipamiento y médicos, los cuales se anotan en una plataforma que también cuenta con los datos clínicos del donante y también información familiar, a quienes se les informará constantemente sobre las disposiciones, estado y receptores de los órganos”, explicó Pino.

TRABAJO TRANSVERSAL

Una vez recopilados los datos y las autorizaciones, se lleva al donante a pabellón. Hay que destacar que durante todo este tiempo se está manteniendo una persona fallecida, lo que es mucho más complejo que en alguien vivo, por lo que se debe actuar eficientemente, para evitar que los órganos dejen de funcionar.

Además, la coordinación interna comprende muchos trámites, en los que se incluyen exámenes, apoyo de laboratorio, de scanner, banco de sangre, cirujanos, neurólogos, etcétera.

LA LEY

A contar del año 2013 con la nueva ley de donante universal, indica que todos los chilenos, a contar de los 18 años de edad, son donantes de órganos. Ya no se pregunta ni en el Registro Civil ni tampoco en la Dirección de Tránsito al sacar la licencia de conducir.

En caso que una persona no quisiera ser donante, tiene que ir a la notaría y dejar estipulado esta voluntad, y desde la misma notaría ellos subirán esa información vía online al Registro Civil.

“Quiero desmitificar lo que algunas personas piensan que una vez llegando al servicio de urgencia, se está pensando en sacarle sus órganos. Eso es absolutamente una mentira, porque primero los médicos van a hacer todo lo posible por salvarlos, como todo equipo médico debe hacer según la ética del rubro y también su moral personal como profesional”, explicó Lucía Estrada.

Cabe señalar que anualmente 400 personas aproximadamente fallecen con el diagnóstico de muerte encefálica, de estos sólo el 10% se convierte en donante efectivo. Este 2017 la lista de espera supera las mil 800 personas, el 30% de ésta son niños.

 

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