Ancali se reconoce como ente contaminador tras cita con vecinos en la Gobernación

Durante los últimos años, los vecinos de Ancali han debido interactuar con la agrícola, sin embargo, esa convivencia no ha sido fácil, y los problemas entre la comunidad y la empresa intentan solucionarse en una mesa tripartita, cuyo mediador es el gobierno a través de Luis Barceló.

Desde 2016, un grupo de habitantes se descolgó de las representaciones establecidas y decidieron crear el Comité Medioambiental de San Carlos Purén, acusando con ello una falta de representatividad de las instituciones que llevaban sus demandas hasta la compañía.

Como no eran pocos, la nueva agrupación logró una rápida acogida en el Ejecutivo, no así en la municipalidad, a donde dijeron haber mandado cartas y solicitado audiencias para poder conversar con la autoridad comunal.

Al poco andar, la primera respuesta llegó de la Gobernación, y desde el verano de 2016 comenzó a funcionar la mesa, que en un principio tenía sólo dos patas: el gobierno y los vecinos.

Sobre el inicio de la mesa, es el propio Barceló quien clarificó su origen sin la presencia de Ancali, pues se trataba de una demanda social que debía hacer eco en la Gobernación.

“Es en definitiva la gente común y corriente que vive en los alrededores de una industria como es Ancali, la que tiene que sentirse satisfecha, tener una vida digna, una vida sin ningún tipo de contaminación medioambiental, y la comunidad y los sectores atribuyen a Ancali una serie de problemas ambientales, entre los que están los malos olores, la contaminación de suelo y las moscas”, dijo la autoridad.

En este sentido, explicó que “más allá de quien tenga la razón en este tema, corresponde a la Gobernación hacer eco en el conflicto, tratar de conversar con las partes y buscar una solución sobre la base del consenso con las voluntades de las partes”.

Así las cosas, y a más de un año de entrada en funcionamiento, la máxima autoridad política de la provincia resaltó que “estamos trabajando hace más de un año, hemos logrado bajar la tensión del conflicto, y a su vez las personas ven que el órgano político se preocupa de que las empresas cumplan o se apresten a cumplir lo más posible la institucionalidad ambiental”.

LA MESA

En el verano de 2016, el Comité Medioambiental de San Carlos Purén logró crear la mesa, que funciona en la sala de reuniones de la Gobernación.

Hasta 2017, la empresa no participó en estas citas y hoy todo se discute entre vecinos y compañía, bajo la mirada garante de la autoridad política.

La semana pasada se realizó una nueva cita de la instancia y por primera vez, ante la vista incrédula de los presentes, Ancali presentó un informe que asegura que el 48% del problema de los olores es por su culpa.

El abogado que representa a los vecinos, René Núñez, aseguró que en la cita, Ancali reconoció ser parte del problema al indicar que: “la empresa reconoce el tema de los malos olores y las moscas, entonces, sobre la base del reconocimiento que hicieron explícito hoy, se está trabajando en dos puntos”.

En esta línea, el gerente general de Agrícola Ancali, Miguel Aparicio, dijo que el “Estudio de olores y diseminación de olores en el sector de San Carlos de Purén” reconoce a la empresa como ente contaminador.

El funcionario agregó que “por la naturaleza de las operaciones de Ancali, se ratifica que somos un foco de vectores y que las medidas preliminares que estamos tomando van en el camino correcto para poder mitigar cualquier efecto no deseado con la vecindad”.

PROTEM

Protem es una empresa de reconocido prestigio e independencia contratada para realizar el estudio informado a la mesa.

Tras escucharlo, René Nuñez detalló que  “la empresa contratada por Ancali, Protem, instaló cinco estaciones de medición, y para este estudio agregó paneles humanos, es decir,  personas que midieron los olores”. De este estudio se concluyó que el 48% de la contaminación es producida por la empresa.

A ello se deben sumar las declaraciones del Seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas, formuladas a Radio San Cristóbal, y en las que manifestaba su solidaridad con los vecinos por lo que consideraba, abiertamente, contaminación.

Así las cosas, el propio gobernador, Luis Barceló, fiel a su diplomacia, también reconoció el problema de los olores al indicar que: “yo también he pasado por ahí a las 10 de la noche y muchas veces hay olores; no siempre, los días de lluvia no hay olores, pero también he pasado en verano y he sentido olores que realmente son muy fuertes”.

Tras todos estos datos, los presentes acordaron que “que se hará una medición por seis meses que abarcará de septiembre a marzo, de tal manera de cubrir el periodo más complicado”.

Núñez aclaró que en el tema de los olores, los vecinos de la mesa dijeron estar tranquilos, no así con  el tema de las moscas.

LAS MOSCAS

El tema de las moscas es el que da origen a los problemas entre la comunidad y la productora de leche.

Las denuncias de los vecinos y las imágenes registradas de las plagas simplemente están lejos de la normalidad y es claro que existe una causa que, en algunos momentos, saturó a la población, que debió poner mallas en puertas y ventanas para evitar que la plaga llegara hasta el interior de sus domicilios.

En este tema no hay claridad de ningún estudio con respaldo de seriedad o independencia, indicó el abogado Núñez, quien simplemente recordó que todo el trabajo hecho en esta materia está en manos de la propia empresa: “en el tema de las moscas hay más discrepancias, pues ahí no hay una empresa tan prestigiosa como Protem; es una empresa interna y no estamos de acuerdo con las cifras que presentan, porque la sensación de las personas es distinta a lo que indican los informes”.

Por lo mismo, y hablando de forma épica, casi como la obtención de un gran triunfo, el jurista relató que la mesa “logró ampliar las mediciones de moscas, es decir, logró que se monitoree en mejores y más puntos, por ejemplo, el retén de Carabineros”. 

En tanto, el representante de la compañía, Miguel Aparicio, dijo que en la cita se presentaron, básicamente, “en las estadísticas de los años anteriores respecto de los vectores moscoides quedó en evidencia que las medidas tomadas en esta temporada, desde el punto de vista agrícola y la generación de moscas, van por buen camino.

Ratificar que vamos a rescatar y seguir con estas prácticas con estas mejoras que incorporamos en nuestros procesos agrícolas, para poder hacer más amistosa la temporada que viene”.

Pero las moscas son un problema cuando están y cuando no, pues dejan sus recuerdos en paredes, techos y todo lugar.

La realidad, comprobada por Diario La Tribuna, es que las casas de San Carlos de Purén tienen mallas en sus puertas y ventanas, y al ser consultados sobre por qué, los vecinos responden que es por el tema de las moscas.

UN CASO DRAMÁTICO

Tras la cita de la mesa medioambiental se conoció el caso de José Zenon Sánchez Quezada, de 74 años.

El hombre vive hace cinco años prostrado en una silla de ruedas, luego de que el 2 de septiembre de 2011, un derrame cerebral lo dejara completamente inmovilizado, pero con su mente en buenas condiciones.

Luz Sánchez vive en Los Cristales, y además de ser hija de José, es la secretaria del Comité Medioambiental de San Carlos Purén.

La mujer, llorando, relató a Diario La Tribuna que  no sólo su vida cambió con lo que dice es la contaminación, sino que la de su familia, y sobre todo, la de su padre.

“Me cambió la vida. Mi padre no se puede valer por sí solo, estamos como en una cárcel con él, pues no puede moverse, no puede sacarse las moscas de la cara, de la boca. En mi casa tengo ventanales con visillos, esto me tiene mal, estresada… Mi casa no es una cárcel, yo quiero vivir dignamente porque me lo merezco y me da impotencia”.

Pese a su frustraciòn, dijo estar un poco más tranquila, pues reconoció que en la reunión, Ancali asumió cierta responsabilidad, lo que de alguna manera le da esperanzas para dar con una solución y lograr una sana convivencia con la lechera.

Otros vecinos, como Juan Muñoz, Minerva Rodríguez, Jocelyn Ibáñez, Zoila Vera, Juanita Sánchez y otros que pidieron anonimato, dicen sufrir tanto como la familia Sánchez Quezada, viviendo a diario mareos, dolores de cabeza, problemas estomacales y otras enfermedades que denuncian, las cuales son producto del trabajo de Ancali con sus vacas, sus purines y el maíz que producen para alimentar el ganado.

UNA NUEVA DENUNCIA

Tras la reunión, volvió a la palestra el trabajo de Ancali con los purines o el excremento de las vacas, el que a juicio de los vecinos, sería el causante de todos los males.

Pese a la percepción y acusación de los habitantes de San Carlos de Purén, Miguel Aparicio se dio el tiempo para detallar el manejo de estos y explicar que su utilización es parte de las políticas medioambientales impulsadas por la empresa.

“Nosotros lo que hacemos es tomar ese purín, y para poder darle viabilidad medioambiental al plantel lechero, se invirtieron US $10 millones en el biodigestor  hace un par de años atrás. Lo que hace ese biodigestor es: toma el purín, lo degrada, y lo deja y convierte en digestato, el que tiene una carga orgánica mínima, por lo tanto, debiese tener muy poco olor, que es lo que sucede y eso es lo que se incorpora como fertilización natural a nuestros campos y también vía riego”.

El purín es trasladado en camiones bateas hasta un sector alto en el campo, donde se produce maíz, y de ahí baja a los canales regando las plantaciones. Aquí nace una nueva denuncia, ignorada hasta ahora por los mismos vecinos.

El presidente de la Junta de Vecinos de Los Cristales, Alberto Fuentes, acusó que  “el purín lo echan a batea y lo tiran acá en el campo con el riego, entonces el viento sur nos tira todo el olor”, a lo que se debe sumar el tema de guarenes y ratones, pues en el caso del “cultivo del maíz, hay nidos, y cuando hay cosecha y se arman los silos, ellos arrancan y se vienen a las casas”.

Pero todo se agrava, dijo Fuentes, cuando fumigan, pues lo hacen a menos de 10 metros de la casa.

Al respecto, y a través de un texto enviado como respuesta al requerimiento particular de las fumigaciones, Ancali explica: “Las fumigaciones preventivas, como las realizadas el pasado mes de abril en las zonas aledañas a San Carlos, son parte de las medidas incorporadas este año para prevenir la eventual aparición de vectores postcosecha.

Específicamente en el caso de Los Cristales, con fecha 25 de abril, se informó al presidente de la junta de vecinos, Alberto Fuentes, que se realizaría la fumigación preventiva”.

Agrega que “posteriormente, y producto de una denuncia realizada en dicho sector, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) realizó una fiscalización en Agrícola Ancali, donde fue constatado que el protocolo y procedimiento de aplicación estaba en regla.  Respecto a la operación de las últimas semanas, esta se refiere a la preparación de suelo para siembra, encalado y aplicación de herbicidas postsiembra, que corresponden a un procedimiento habitual propio de la actividad”.

Más allá de las acusaciones, defensas y mediaciones que se viven entre Ancali y los habitantes de San Carlos de Purén, lo cierto es que están las voluntades de todas las partes para lograr una sana convivencia. La próxima cita de la mesa medioambiental será el 21 de octubre, también en la gobernación.