Masacre en Monticello: Gran Casino de Los Ángeles debe mejorar seguridad

Del tipo “americano”. Como muchos productos de exportación o tendencias culturales. Esta vez fue un tiroteo ciudadano tal como sucede en Estados Unidos, compararon algunos tras la tragedia en el casino Monticello.

No estamos habituados como sociedad chilena a este tipo de acontecimientos, donde en un lugar de gran afluencia de público, algún psicópata pudiera abrir fuego a quemarropa contra desconocidos, entendiendo esto como cualquier persona que se atraviese en el camino de una bala, la cual, como es sabido, no discrimina edades ni credos.

El mismo Gran Casino de Los Ángeles tiene en su entrada la descripción de una normativa general de casinos, en donde indican la prohibición de entrar a las dependencias del local con armas de cualquier tipo.

El punto número 5 de esta reglamentación indica: “Abstenerse de ingresar o permanecer en las salas de juego si se encuentra en manifiesto estado de ebriedad o bajo la influencia de drogas, así como tampoco ingresar al casino de juego portando armas”.

De esta misma normativa ya llama la atención lo relacionado al estado de ebriedad. Afuera del mismo casino, Diario La Tribuna habló con dos clientes que aseguraron ver frecuentemente personas en notorio estado de ebriedad jugando en el casino.

Con respecto a lo de ingreso de armas, tampoco hay nada ni nadie encargado de detectarlas, por lo que todo lo anterior queda dentro del ámbito de las sugerencias.

Con respecto a esto último, el Diario de la provincia de Biobío trató incansablemente de hablar con algún encargado responsable de seguridad o del casino en general, pero sin recibir ninguna disposición a conversar sobre esta problemática.

POTENCIALES PROBLEMAS EN LUDÓPATAS

Osvaldo Campos, el veterinario suicida que antes de quitarse la vida fue el percutor de una masacre, fue identificado como un ludópata.

Ludopatía se define como la incapacidad de resistir los impulsos a jugar, que altera la continuidad de la vida personal, familiar o profesional. Desde 1980, la Organización Mundial de la Salud, la reconoce como enfermedad.

Según el psicólogo clínico angelino Ernesto Contreras, “primero hay que entender la ludopatía como un trastorno psicológico que incluye en sí mismo un factor de riesgo de suicidio alto. La tasa de suicidio de los ludópatas es seis veces mayor que la de la población general”.

“Quienes están a cargo de los casinos, deben entender el perfil de sus clientes regulares y seguir las conductas de éstos, ya que la ludopatía tiene un factor de riesgo psicológico el cual merece toda la atención”, explicó el experto.

CASINO ANGELINO DEBE IMPLEMENTAR MEDIDAS

Sin duda que lo anterior podría interferir en los intereses económicos del casino, el cual basa parcialmente sus ingresos en personas que puedan presentar estas características, así como la industria del alcohol basa sus ganancias en personas alcohólicas, por ejemplo.

También el implementar más sistemas de seguridad es una inversión que depende de la disposición que tenga en este sentido el Gran Casino de Los Ángeles, explicó el prefecto de Carabineros Biobío, coronel Hugo Zenteno.

Además indicó que se hará una reunión especial de seguridad para definir las sugerencias y exigencias que se le entregarán al casino angelino, tomando en consideración los acontecimientos que involucraron al hoy fallecido veterinario santiaguino.

El coronel Zenteno explicó que la seguridad del casino de Los Ángeles cumple con la normativa de seguridad privada desde 2013, ya que cumple con el personal adecuado y los trabajadores del casino no son subcontratados.

Igualmente hizo hincapié en que Carabineros “como entidad fiscalizadora, puede exigir más sistemas de seguridad, los cuales son necesarios para evitar este tipo de tragedias. El crimen va encontrando sus caminos, y nosotros debemos hallar los nuestros para detenerlo a tiempo”.

Igualmente se informó a Diario La Tribuna que el Gran Casino Los Ángeles fue multado por cometer una infracción menor en su sistema de seguridad, luego de que un guardia fuera sorprendido sin su acreditación visible del OS10 de Carabineros.

“Claramente las medidas de este casino se pueden mejorar, como por ejemplo con detectores de metales y otras medidas de seguridad”, finalizó la autoridad policial.

Asimismo, Roberto Rojas, experto en seguridad y ex funcionario del casino de Viña del Mar, dice que “este tipo de cosas se pueden evitar con una correcta implementación de detectores o llevando un control y seguimiento de aquellos que apuestan grandes cantidades y que puedan presentar actitudes que amedrenten a los demás”.

LOS HECHOS DE MONTICELLO

El médico veterinario de 42 años Osvaldo Campos Azócar mató a balazos a un gerente de turno y a otra empleada del casino e hirió a otros cuatro trabajadores, tres de ellos graves. Al momento de la balacera, en el salón de mesas de juego, había unas 70 personas entre clientes y empleados que corrieron a esconderse a los baños y otras dependencias.

A medida que se van aclarando los hechos, logró determinarse que Campos estaba alojado en el hotel del casino. Durante la mañana del domingo, según trascendió, el veterinario perdió entre 15 y 17 millones de pesos y se sospecha que estuvo consumiendo alcohol.

Las víctimas fatales fueron identificadas como Óscar Elías Reyes Valenzuela, el croupier que murió en el mismo lugar de un balazo en el cráneo, y Carolina de Los Ángeles Carreño Ávila, la empleada del casino que falleció en el Hospital de Granero tras recibir cuatro impactos de proyectil. Esta joven madre estaba de cumpleaños y era esperada por su familia con una fiesta sorpresa ese mismo día.

Los heridos son Luis Miguel Mora Arce, Macarena Inés Abarca Vásquez, Stazy Leandra López Bombo y José Villaseñor Pérez. Tres de ellos se encuentran graves en el Hospital Regional de Rancagua, donde fueron operados.

Al asesino se le describió como un individuo extremadamente violento, que ya había tenido problemas en el casino por riñas. Aun así, se le permitía seguir jugando. Además, se reportó que tenía comportamientos extraños y que era un ludópata.

Este violento episodio se produjo a menos de un mes de otro suceso a balazos en el mismo casino.