Veredas en mal estado siguen siendo un dolor de cabeza

Un nuevo reclamo canalizó Diario La Tribuna, relacionado con el mal estado de las veredas que presentan distintos puntos de la capital provincial.

En esta ocasión, fue la vecina domiciliada en calle Baquedano 676, Perla Pacheco, de 70 años, quien por su avanzada edad se mostró bastante preocupada por el estado en que se encuentra la entrada a su residencia, donde se puede observar que por acción de la raíz de un árbol, la vereda en ese lugar presenta un grado de levantamiento que la convierte en una verdadera trampa para peatones.

“La raíz del árbol está haciendo pedazos el pavimento. El otro día se cayó una persona con una guagüita en su coche, otra señora también se cayó en la tarde. Ahora, la gente prefiere pasar para el frente y no transitar por aquí”, describió Perla.

Esta situación le afecta a ella de sobremanera, puesto que los pastelones que se encuentran empinados y deteriorados por acción del árbol justo corresponde a su entrada de vehículo.

“He ido a la municipalidad, he ido a los corralones, dejé unas fotos y me han respondido que en dos o tres meses más viene a revisar, pero resulta que enero fui para allá”, contó.

También a través de nuestra línea de denuncia Whatsapp +56982935355 fue recepcionada la denuncia del peligro que representa un agujero en plena vereda ubicado en calle Bulnes a la altura del 345. Según testigos, el forado constituye una amenaza, sobre todo, para los niños que estudian en la Escuela España, ubicada muy cerca del lugar.

Cabe recordar que esta no es la primera denuncia ciudadana relacionada con veredas en mal estado y eventos en las calles acogidas por nuestro medio en las últimas semanas.

El mes pasado Margarita Pocoroba y Lidia Pezoa, de 84 y 69 años, respectivamente, ambas vecinas del sector ubicado en la intersección de las calles Orompello y Almagro, en Los Ángeles, reclamaron por el obstáculo en el que se ha trasformado un pedazo de vereda situado muy cerca de sus casas, también por acción de la raíz de un árbol.

“Uno ya no puede ir ni a la iglesia porque se manda tremendo chancacazo. Creo que aquí tienen que cortar estos árboles”, reclamó en su oportunidad una de las vecinas, advirtiendo que el peligro se ubica justo camino a la Parroquia del Perpetuo Socorro ubicada en calle Orompello.