Las visiones de los candidatos a un conflicto sin tregua

La situación de violencia que se ha vivido durante años en el sur de nuestro país, no ha dado tregua alguna. De vez en cuando, los movimientos reivindicatorios que actúan fuera de la ley, nos recuerdan que existen, atacando, en la mayoría de las veces, durante la noche a trabajadores forestales o agricultores que circulan por las carreteras o viven en el territorio en conflicto.

Lo lamentable, es el uso político y las pocas acciones de los gobiernos y autoridades, que han estado ausentes en torno al tema para buscar una solución definitiva. Está más que claro que no es posible retrodecer el tiempo a las épocas pasadas. Existe una industria forestal, existe una legislación y existe un país claramente establecido. Hoy lo que se requiere es una gran reforma indígena, que reconozca al pueblo mapuche de forma constitucional y que les garantice espacios en los cuales puedan desarrollar sus actividades, su cultura y su vida en comunidad. Por respeto se lo debemos.

Ahora bien, nunca la solución dejará satisfechos a todos, menos a quienes insisten en buscar, por medio de la violencia y el terrorismo, una guerra sin fin, basada en los fundamentos históricos.

Chile tiene que vivir en paz. Las autoridades y también las personas, deben buscar los mecanismos con los cuales se pueda convivir, respetar al que tenemos al lado y por sobre todo, avanzar en una cultura e idiosincrasia que sea más inclusiva.

Las comunidades indígenas en su mayoría, pese a lo que se ve en la televisión o los medios, son pacíficas, de gente de esfuerzo, que lucha por salir adelante. No son terroristas. Pero hay otros, que influenciados por terceros que les alimentan el odio y se los validan, prefieren seguir infundiendo temor. Inclusive, no todos son indígenas. Ahí, hay que buscar el camino del diálogo y si aquello no prospera y se sigue con la violencia extremista, entonces aplicar la ley sin miedo, ya que en la actualidad, nuestras autoridades se dejan llevar por las presiones y rápidamente se acobardan de sus determinaciones.

Chile e indígenas, son todos partes del territorio. Debemos valorarnos, querernos y buscar caminos en común. La historia pasada, claramente dejó cicatrices como en muchos lugares del mundo, pero está sólo en nuestra sociedad encontrar las respuestas. Sería interesante ver a los candidatos al Parlamento o a Presidente con soluciones concretas para este tema y no sólo palabras para la galería, para no quedar mal con nadie.