La Fiscalía, un organismo nefasto para Chile

Tras la reforma constitucional efectuada en septiembre de 1997, se creó el Ministerio Público o Fiscalía, como un organismo autónomo.

La función específica y exclusiva de esta entidad es investigar los hechos constitutivos de delitos, los que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia de los imputados, además de adoptar todas las medidas necesarias que permitan proteger a las víctimas y a los testigos.

Con esta reforma, se pensaba que, en la práctica, la Fiscalía podría efectuar un trabajo profesional, claro, objetivo y detallado de los casos, que permitieran acelerar los procesos de justicia y tener pruebas irrefutables en los juicios orales. Pero no ha sido así.

El día de ayer, los habitantes de esta larga y angosta faja de tierra llamada Chile, pudieron enterarse que los 11 comuneros acusados de crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, fueron absueltos por la justicia.

La razón por la cual los jueces desestimaron la culpabilidad de los imputados, radica en que las pruebas presentadas por la Fiscalía en torno al caso son insuficientes, ya que no permiten derribar la presunción de inocencia que tenían desde el comienzo de este juicio.

 

No es primera, ni segunda, ni la tercera vez, que la Fiscalía es la vergüenza nacional, debido a su misérrimo trabajo de investigación, incapaz de reunir pruebas contundentes para llevar a la cárcel a quienes han cometido delitos. Lo que hemos visto en el último tiempo, son sólo espectáculos mediáticos fracasados, que no llegan a nada. El fiscal a cargo de la investigación del caso Luchsinger Mackay, no es digno de seguir a cargo de investigaciones de este nivel. Ni siquiera sabemos si los imputados eran responsables. Sus pruebas son mediocres. Necesitamos una explicación.

Es hora que nos tomemos las instituciones y organismos del estado en serio. No puede ser que ataques incendiarios, quema de bosques, violencia contra trabajadores forestales o contra agricultores queden permanentemente en impunidad, por las malas investigaciones. ¿Quién le dará justicia a la familia Luchsinger Mackay? Hasta ahora, sigue el circo de detenidos, que quedan en nada. Los candidatos deben hablar de esto.

Si los detenidos son culpables o inocentes, eso es labor del juez determinarlo y hay que respetarlo. La crítica apunta al trabajo investigativo. Que quede claro eso. Son personas que están para hacer su trabajo, el cual se paga con el dinero de todos los chilenos y que claramente no han estado a la altura. Alguien tiene que parar todo esto.