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La Tribuna

La importancia del agua en quienes practican actividad física

por Sebastián Díaz

Las altas temperaturas pueden provocar problemas de salud en los deportistas, por lo mismo el agua es vital en ese sentido.

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Todos conocemos la importancia vital del agua, para el mantenimiento de la vida como para el uso cotidiano, pero no siempre somos conscientes de la necesidad que tenemos de ella, mientras practicamos deportes.

Es que existen ciertas funciones que el cuerpo no puede desempeñar sin la presencia de este líquido. Aunque, claro está, también necesitamos de los alimentos para producir energía, y por supuesto, todo esto no sería posible sin la presencia del oxígeno, nuestro alimento más esencial. Pero siempre debemos tener en cuenta la importancia del agua para la práctica de los deportes.

No debemos olvidar que los adultos están compuestos en un 60% por agua, y que los recién nacidos, tienen un 77% de su cuerpo compuesto por agua, lo cual no es poca cosa. El agua compone nuestros órganos, músculos y huesos, y mantiene el equilibrio isotónico del metabolismo. Algo realmente asombroso.

FUNCIONES DEL AGUA

Las principales funciones que el agua sustenta en el cuerpo humano: La respiración; la digestión. Regula la acidez estomacal.

La regulación de la temperatura corporal.

El transporte de los nutrientes (oxígeno y sales minerales en sangre). Permite mantener la presión sanguínea. Mantiene el metabolismo.

Permite regular todas las reacciones corporales.

El agua es el componente fundamental de la sangre y de los órganos internos: sangre (83%), riñones (82%), músculos (75%), cerebro (74%), huesos (22%).

Su contenido de sodio permite mantener el balance hidroelectrolítico en el cuerpo. Además, el agua debe suplir ciertos minerales que de otro modo, serían eliminados completamente del organismo por la orina, como el potasio, cloro y sodio.

¿CUÁNTA AGUA NECESITAMOS BEBER AL DÍA?

De acuerdo a esto, los especialistas recomiendan que se ingieran 1,5ml de agua por kilo de peso corporal al día, para reponer los 2,5lts de agua que el cuerpo pierde diariamente en sus diversas funciones excretoras: transpiración, orina, respiración, heces. De este modo podremos evitar la deshidratación, que es responsable de calambres y otros malestares al practicar deportes.

Para resumir, debemos consumir 2,5 litros de agua diarios, principalmente en verano, cuando la pérdida es mayor. También podemos obtener agua mediante los alimentos. Por ejemplo, el tomate está compuesto en un 95% por agua al igual que la lechuga, incluirlos en nuestra dieta contribuye a mantener el equilibrio hídrico de nuestro cuerpo.

Como vemos, el agua es especialmente beneficiosa para los deportistas, ya que tonifica el organismo y permite que el cuerpo utilice su reserva de grasa convirtiéndola en energía. Dicha grasa se elimina por medio de la orina. Como si fuera poco, el agua hidrata la piel y los músculos, proporcionando un una piel suave y una masa muscular más firme y elástica, con su consecuente beneficio estético.

Para que constatemos la importancia del agua en el deportista, diremos que podemos pasar hasta cinco semanas sin que nuestro cuerpo reciba grasas, carbohidratos o proteínas, pero no podemos vivir más de cinco días sin beber agua. Es algo para tener en cuenta y no olvidar llevar nuestra botella de agua cuando practicamos deportes, nuestro cuerpo lo agradecerá.

Con la llegada del verano y de las temperaturas sofocantes, es fundamental hablar de los peligros de la deshidratación. Sobre todo, en los deportistas.

No son pocos, por desgracia, los que, haciendo caso omiso de las recomendaciones que dan los especialistas en los medios de comunicación, salen a la calle a hacer ejercicio físico de gran esfuerzo en horarios y circunstancias climáticas en las que es completamente desaconsejable. Pero mayor delito tienen aquellos que no van debidamente protegidos contra la deshidratación.

Si el deportista (ya sea de competición o aquel que sale a correr varias veces por semana solo para mantenerse en forma) no goza de una buena hidratación, su cuerpo no responderá de la misma forma frente al esfuerzo. Además, puede llegar a sufrir mareos, fatigas, calambres e, incluso, algunos síntomas más graves. Esto se complica con las altas temperaturas, momento en el que debemos estar doblemente alerta frente a estos evitables problemas.

Cuando uno hace ejercicio debe beber agua antes, durante y después del mismo.

El deporte es una de las claves para tener una buena salud. Pero no debemos jugárnosla realizando ejercicio en momentos del día con altas temperaturas o sin habernos hidratado de forma adecuada.

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