Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

Lo que nos deja la visita del Papa

por Leslia Jorquera

Pueden existir visiones contrapuestas respecto a lo que se debe hacer, sin embargo, tal como ha señalado el Papa, hay que buscar la unidad, porque si algo está claro, es que por el resto de la historia, chilenos y mapuches seguiremos compartiendo esta tierra. Nada cambiará eso ¿Somos capaces de frenar la violencia o queremos una guerra eterna? ¿A quién le conviene todo esto?

El día de ayer, Jorge Bergoglio llegó puntualmente a la hora pactada a la región de La Araucanía, para encabezar la denominada “Misa por el progreso de los pueblos”.

Esta acción se llevó a cabo en la zona del país que concentra la mayor pobreza.

En cifras, esto se traduce en que el 23,6% de sus habitantes, está bajo la línea de la pobreza por ingresos, mientras que la mutidimensional alcanza el 29,2% según la encuesta Casen de 2015.

Esto nos indica además que siete de las diez comunas que concentran mayor pobreza en todo Chile, están precisamente en esta región.

Si a esto se le añade que en dicha localidad, existen 3.207 comunidades indígenas y 300 mil personas pertenecen a los pueblos originarios.

Respecto a este último, el Papa fue claro para rechazar los actos de violencia que ocurren de manera permanente en ese lugar, denominado “la zona roja del conflicto”, sosteniendo que “No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro".

A eso añadió que “estas actitudes son como lava de volcán que todo arrasa, todo quema, dejando a su paso sólo esterilidad y desolación. Busquemos, y no nos cansemos de buscar el diálogo para la unidad. Por eso decimos con fuerza: Señor, haznos artesanos de unidad".

Estas palabras son extremadamente sabias, si se considera que durante años, sólo la violencia ha sido la más amplia relación entre un grupo de indígenas y el Estado. Se rompió todo entendimiento y se ha incitado al odio, a cultivar las divisiones y no a aceptarnos como hermanos.

Cada camión quemado, no sólo afecta al empresario dueño, si no que al conductor, aquel hombre que tiene una familia detrás y que es víctima de este conflicto.

Pueden existir visiones contrapuestas respecto a lo que se debe hacer, sin embargo, tal como ha señalado el Papa, hay que buscar la unidad, porque si algo está claro, es que por el resto de la historia, chilenos y mapuches seguiremos compartiendo esta tierra. Nada cambiará eso ¿Somos capaces de frenar la violencia o queremos una guerra eterna? ¿A quién le conviene todo esto?

 

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto