Viejitos pascueros anónimos: cuando ese regalo llega desde el corazón

Sin duda Navidad es la mejor época de ventas para el comercio, donde muchas personas buscan entregar a sus seres queridos ese presente que llene su cara de alegría la noche del 24 de diciembre y sin duda quienes más esperan por ella, son los niños.

Es por ello, que no sorprende durante estas fechas ver por el centro de la ciudad múltiples bicicletas, peluches, muñecas y un desfile de papeles coloridos, sin mencionar las largas filas que los supermercados ofrecen en las jornadas previas a la Navidad, donde la lucha por esos productos es la que marca el peak de estas fechas para muchas personas.

¿Pero qué sucede con esas familias donde los ingresos no pueden cubrir ese momento, ni poder tener para sus hijos esos anhelados presentes y esa cena con la que pequeños ansían desde el último día de clases?

Frente a esta realidad, hay muchas personas que no quedan ajenas, algunos dicen que es la necesidad de entregar amor y otros señalan que como sociedad no debemos olvidar a los más necesitados. Hasta hay quienes buscan ayudar para recordar a sus seres queridos, y es por esto que cada año, hay algunos ciudadanos que se preparan para apadrinar a niños en estado de necesidad.

Algunos lo hacen de manera independiente, mediante conocidos, otros por medio de agrupaciones sociales, algunos se preparan para entregar tardes de diversión y hay otras personas que acuden a correos en busca de cartas que pequeños niños que en su inocencia envían al “Viejito Pascuero”.

 

HÉROES ANÓNIMOS

El angelino César Contreras lleva cerca de 10 años junto a su esposa buscando cartas en el correo, dice que este año fue su turno de escoger la que más le llenara el corazón, por eso con calma hurga la caja de correos de Chile, donde debe haber cerca de 200 cartas de colores, con dibujos y hasta gigantes botas plateadas donde se expresa el cariño hacia ese viejo de las historias, que cada año llega con su trineo a media noche para dejar un presente muy deseado por los niños que se portan bien.

Mientras lee las cartas con paciencia, César nos cuenta que los niños por apadrinar generalmente piden muñecas, peluches, pelotas, camiones o juguetes de moda, mientras que hay otros en cambio, que piden cosas para sus padres, también otros consideran que es mejor pedir en sus cartas, esa linda cena para compartir con sus hermanos, tíos y abuelos.

El generoso angelino explica que “me ha tocado regalar muñecas, autos, ropa y mi motivación son los niños necesitados. Mientras uno pueda se hace”.

Además explica que una vez de escogida la carta acuden a la casa de su apadrinado y lo buscan por su dirección para llevar en días previos el regalo, el hombre agrega que desconoce cómo será la recepción de otros ciudadanos, pero para él y Rosemary Silva -su mujer- esto ya es una tradición.

En el lugar también se encuentra alguien que quiere homenajear a su hermano y quiere regalar una cena y un árbol navideño y se queda pensando en cuál será la mejor carta y es así como a medida que pasan las horas más personas se van acercando a esa instancia que comenzó para los ciudadanos de Los Ángeles el 24 de noviembre, fecha desde la cual muchos niños comenzaron a acercarse a correos que realiza esta campaña hace 25 años.

CAMPAÑA DE AMOR EN NAVIDAD

La campaña de Correos de Chile titulada “entrega tu corazón”  se extiende a lo largo de todo el país y se dirige para todos quienes quieran entregar amor. Este año se desarrollará hasta el 22 de diciembre y durante este tiempo, los niños se pueden  acercar a dejar sus cartas y deseos, dirigidas de manera inconsciente para todos aquellos que deseen entregar amor y vivir el verdadero sentido de la Navidad.

Los que quieran participar pueden acercarse a correos de Chile, ubicado en el centro de Los Ángeles en Caupolicán número 464 y buscar aquella carta que más llené su corazón, las hay en variados colores y tamaños, ya que los niños ponen su máximo ingenio en ella, además puede leer las diferentes historias que de seguro lo sorprenderá y entregara más de un mensaje, desde el momento en que la escoja hasta su entrega, la que se realiza de manera personal.  

Tal como lo hace César y Rosemary, quienes llevan cerca de una década entregando amor más allá de lo que para ellos y su familia significa, puesto que previo a sus intereses y  necesidades realizaron un acto de amor, del que seguro se acordarán minutos antes de sentarse a su mesa, donde lograron sin duda una sonrisa de la alegría más pura, la de un niño que esperaba con el corazón y ansias la Navidad.