En esta Navidad reflexionemos acerca de la convivencia entre los chilenos

Ad portas de Navidad, simplemente, deseo entregar un mensaje de fraternidad a nuestros lectores. Creo, sinceramente, que luego de observar a una población muy polarizada previo a las elecciones presidenciales de este año, una vez resueltas y definido el nombre del nuevo presidente de Chile, es aconsejable que como compatriotas dejemos atrás los divisionismos y focalicemos nuestras energías hacia el reencuentro de todos los chilenos.

Si hay un punto que nos dejó en claro estos últimos comicios es que la mayoría de los connacionales desean avanzar hacia cambios que, no cabe duda, deben realizarse en nuestro país para poder ofrecer mayores y mejores oportunidades a todos. Sin embargo, la manera de cómo ejecutarlos deben ser graduales, sin pasar a llevar las ideas de unos por sobre la de otros.

Creo firmemente que ese fue el mensaje que no dejaron las últimas elecciones y es de esperar que una vez que asuma el nuevo gobierno, esa mirada de hacer las cosas se plasme en cada acción que emprenda, tanto la coalición política ganadora como la que pasará a ser oposición a partir de marzo próximo.

Al menos las señales que han dado los distintos sectores políticos del país tras el balotaje apuntan en ese sentido, a trabajar por la construcción de una nación a base de consensos, donde las distintas visiones de cómo hacer las cosas puedan verse traducidas en políticas serias, sin mezquindades.

Sabemos que la política nunca deja satisfecha a la mayoría de la población, pero debemos considerar que tampoco podemos permitir que intereses de minorías, por muy legítimos que sean, puedan frenar el desarrollo de iniciativas que en su espíritu buscan beneficiar a la mayor parte de la población.

Las celebraciones que se avecinan, Navidad y Año Nuevo, deben hacernos reflexionar sobre la convivencia que queremos como chilenos. Los ideologismos y posturas extremas deben ir quedando atrás y dar paso al entendimiento y cordura.

La sociedad convulsionada en la que vivimos muchas veces nos hace perder de vista que el bienestar de todos sólo depende de nuestras propias acciones. La sumatoria al final hace el resultado.¡Feliz Navidad a todos!