Puntajes de la educación pública ¿es un problema de brecha económica?

Esta semana hemos hecho un análisis en distintas aristas de la educación tras la publicación de los resultados de la Prueba de Selección Universitaria.

Nuevamente, se marca una distancia considerable en materia de puntajes entre quienes cursan la educación pública y la particular privada.

Sobre el tema, se han hecho diversos estudios para analizar las diversas perspectivas de este caso, sin embargo, no hay avances que rompan estos esquemas de manera abrupta y es probable que esto siga ocurriendo.

Nuestros políticos, a nivel transversal no se evidencian realmente estresados por esto. El año 2015, la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, indicó por ejemplo, que el hecho de haber mejores resultados en los pagados que en los públicos era parte del paisaje natural de nuestro país.

Frente a esta postura, claramente hay un error, ya que no podemos simplemente conformarnos.

No hay que ser un gran experto en materia educativa, ni estadístico y menos magíster o doctorado en áreas de la educación, para darse cuenta a primera vista de algunos elementos que inciden para que la educación municipal, tenga resultados tan bajos.

La infraestructura, el equipamiento, la sobrepoblación de alumnos o la calidad docente, son parte de las razones que podrían ayudarnos a entender esta situación.

Por su parte, pese al gran trabajo o intentos que desarrollan los cuerpos directivos de los establecimientos, los municipios no han demostrado ser los mejores administradores de los procesos educativos de las comunas. Cuando hay resultados bajos, no se visualizan acciones desde el municipio para incentivar a mejorar el rendimiento de los alumnos.

Sólo basta ver el fracaso del Padem en la ciudad de Los Ángeles, que fue rechazado por todo el Concejo municipal.

Mario Ríos Santander, en Radio San Cristóbal, ha planteado en reiteradas ocasiones, que los alcaldes deben involucrarse en estos temas, incluso en los casos puntuales. Cuando un alumno baja su rendimiento, según Ríos, el alcalde debería llamarlo a su oficina, llamar a sus padres, hablar con los profesores y buscar los mecanismos para apoyarlo, motivarlo y sacarlo adelante. Suena altruista y difícil, pero es al menos una propuesta.

Hoy más que nunca, debemos trabajar todos unidos para que nuestra provincia sea exportadora de buenos resultados, ya que aunque no nos gusten las cifras, estas permiten saber las capacidades, conocimientos y aptitudes que aprendieron los jóvenes durante su formación. Si es responsabilidad del Mineduc, los municipios o corporaciones con o sin fines de lucro, no es relevante. Lo importante es que nos involucremos y avancemos, más que defendernos y tener argumentos para los fracasos. Nivelemos para arriba y aceptemos la crítica.