Comedor fraterno regala cena diaria a cerca de 40 haitianos en Los Ángeles

En el último tiempo se ha visto un explosivo aumento de inmigrantes en la ciudad de Los Ángeles. En su mayoría de trata de haitianos que llegan a nuestro país a buscar una oportunidad de trabajo y de un mejor bienestar para ellos y sus familias.

Sin embargo, esta masiva diáspora trae aparejada muchos inconvenientes para varios de estos extranjeros que decidieron arribar a nuestra zona. Una de ellas es la dificultad para encontrar rápidamente una fuente de empleo y, con ello, de ingresos, por ende, un importante número de estas personas deambulan a diario por las calles de la capital provincial sin poder alimentarse correctamente.

Una realidad que ha sido percibida por muchos angelinos que de manera espontánea y solidaria han acogido de distintas maneras a estos ciudadanos caribeños.

Ejemplo de ello es el comedor fraterno abierto por la iglesia evangélica “Dios es Amor” para personas de nacionalidad haitiana. Desde fines de septiembre del año pasado que esta organización religiosa viene regalando cenas a ciudadanos provenientes de la isla del Caribe.

“Estábamos dando almuerzo y cena, pero era mucho el trabajo y como mis papás hacían todo, mi mamá se estaba enfermando, así que les dije que era bueno ayudar, pero que sólo empezaran a dar una comida por la tarde, porque a esa hora llegaban todos”, contó Javier Herrera, cuyo padre es pastor de la iglesia donde van a comer a diario estos inmigrantes totalmente gratis.

El comedor abre sus puertas todos los días de lunes a viernes a las 19:00 horas, funcionando gracias a la ayuda desinteresada de particulares, quienes donan alimentos e incluso dinero para sostener la iniciativa.

“Esto como era un poco más macro nos vimos en la obligación de solicitar aportes de personas que quieran ayudar y que estén de acuerdo con el planteamiento de ayudar a los inmigrantes”, enfatizó Javier Herrera.

Contó también que son alrededor de 40 los haitianos que llegan a disfrutar su cena cada día a la iglesia comandada por sus padres, la cual se ubica en la calle Bulnes 824, entre Infante y Camilo Henríquez, en Los Ángeles.

Recalcó que actualmente están en una campaña para difundir lo que hacen y de esa manera lograr que nuevos benefactores se sumen al trabajo de donar alimentos y otros enseres, para de esa forma continuar ayudando a estos extranjeros.

“Hemos hecho hartas amistades con ellos y a varios los hemos ayudado a encontrar trabajo. Cuando sale un dato de pega lo llevamos. La verdad es que hemos agotado bastante energía en esto de apoyar”, enfatizó Javier, quien indicó que las personas que quieran colaborar con la iniciativa pueden acercarse a la iglesia y hacer su aporte.