"Des-Metropolizarse"

Creo que las experiencias en los lugares de estudio, trabajo o de cualquier otra actividad, están totalmente determinadas por el modo en el que se construyen las relaciones sociales. En definitiva, el vínculo con el otro, un otro que al mismo tiempo es un universo particular, un repertorio de ideas con las cuales da sentido a lo que le sucede, una biografía con aspectos “únicos e irrepetibles”.

Por eso los momentos de alegría, que como los recursos económicos, son siempre muy escasos, provienen de la convergencia, de la excitación común por una idea.

Me encontraba con mis nuevos compañeros de trabajo hablando acerca de nosotros mismos, de nuestras verdades, de nuestras vidas, de lo que pensamos acerca de las cosas que voluntariamente o no, nos afectan. Pero que a cada cual incide singularmente.

Me preguntaron si me gustaba vivir en Concepción. Una pregunta muy sencilla pero que hasta ahora me cuesta tanto responder. La conclusión de la mesa fue: “Eres un desmetropolizado”. No fue necesario explicitar su significado. Todos asentimos de inmediato, con felicidad, con la alegría de la convergencia.

Cada uno de los comensales podemos elaborar una definición. Esta es la mía. Por supuesto estoy consciente de la autonomía relativa que implica decir que esta explicación es “mía”. Me apropio del término “desmetropolizar” para dar una versión. Me hago cargo.

El “desmetropolizado”, el descentrado, el que ve que todos los sitios tienen su peculiaridad, su verdad, su sentido propio. ¿Me gusta más Concepción o Los Ángeles? Los Ángeles es lo que vivo en la ciudad, con personas determinadas, como un etnógrafo, tomando distancia de los centros para sumergirse en las tensiones de las grietas, de las periferias, de los intersticios del centro. Porque el centro es arbitrario, como lo son las capitales, el eurocentrismo, o el etnocentrismo.

Vivir como desmetropolizado, sin abandonar jamás las preguntas ¿Por qué esto es así? ¿Por qué hacemos lo que hacemos todos los días? ¿Por qué el otro piensa distinto a mí? ¿Somos todos iguales? o ¿Hay algo que nos atraviesa a todos por igual?.

Entonces des-metrópolis, por fuera de la metrópolis y sus imaginarios de consumo. Pero como para tomar distancia de ella hay que estar es un relato, una historia, que se construye a cada instante. Estemos despiertos o soñando.