La burocracia: el principal enemigo de todo emprendedor

En la provincia de Biobío, más del 50% de las empresas que están dentro de las categorías micro, pequeñas y medianas, aportan al crecimiento de la zona.

Sin embargo, los emprendedores enfrentan dificultades después de iniciar el proceso de apertura de su empresa, lo que generalmente desemboca en que prefieren realizar su negocio en forma ilegal o simplemente desistir.

INCONVENIENTES DESDE EL PRINCIPIO

Tatiana Igor, Gerente  General de la Cámara de Comercio y Turismo de Los Ángeles, explica paso a paso cómo comienza el proceso y desde dónde aparecen las dificultades: “En rigor, no es tan fácil emprender, hay trámites que son más rápidos que otros, pero no es pensar `tengo una idea´ y ya soy empresario. Son cosas que se tergiversan un poco a la hora de ver estadísticas y autodenominarse emprendedor”.

Uno puede crear una empresa online, pero se debe hacer una planificación de trabajo al respecto “yo no saco nada si la idea de mi proyecto no la evalué bien desde un principio y es ahí donde existe el primer escollo que vencer, hay que contestarse  preguntas como: ¿quién es mi competencia?, ¿favorece la ubicación para realizar mi negocio?, ¿tengo claro quiénes son mis clientes?, hasta obtener una respuesta clara, pues arrojan los indicadores de viabilidad del negocio”, señala Igor.

En ese sentido hay que evaluar antes para que los riesgos se minimicen, y a futuro tener un negocio que sea rentable y sustentable en el tiempo; porque no solamente hay que responder a una necesidad económica, sino que ese dinero sea obtenido de buena forma, generando impactos positivos a todo el entorno.

La Gerente General de la Cámara de Comercio y Turismo de Los Ángeles expone algunas dificultades: “Legalmente puedo acceder a una plataforma y crear una EIRL o una sociedad, pero después viene una serie de trámites que yo tengo que hacer y va a depender mucho del rubro al cual me quiera dedicar”.

“En el caso del rubro de servicio o consultorías, se puede funcionar sin problemas desde un domicilio particular, y cuando se realice la visita del Servicio de Impuestos Internos van a autorizar a la empresa y entregar el RUT electrónico”, describe Tatiana, “ahora bien, también podría hacerlo de manera informal, pero no es lo correcto”.

Luego de realizar el proceso de inscripción y catalogar la empresa, comienza el primer inconveniente: tener clara la actividad para escoger el código más idóneo para desarrollar exitosamente el negocio.

Posterior a la iniciación de actividades en el SII, finaliza el primer proceso y queda “armada” medianamente la empresa.  

Finalmente, Tatiana Igor indica desde dónde comienza el verdadero calvario burocrático para otros rubros: “Si es un local comercial, se necesita patente, y hay que dirigirse a la municipalidad respectiva con todo el papeleo que se exige, hacer fila, luego entrevistarse más de una vez con la persona y proceder a esperar el proceso de verificación de datos que significa la visita de un inspector. Asimismo, se puede necesitar una autorización de la Dirección de Obras Municipal que es otro feudo, donde ahí sí que se entraban los proyectos empresariales, y peor aún es cuando los proyectos requieren autorización sanitaria”.

Tatiana enfatiza que es muy importante que las autoridades se hagan cargo de simplificar los trámites y modernizar los procesos para apoyar al emprendedor.

HACER DIFÍCIL LO FÁCIL

En el mismo tema, Patricio Espinoza, Presidente de Apialán, asociación de pequeños empresarios de Los Ángeles, concuerda con la opinión de la autoridad de la Cámara de Comercio: “La mayor dificultad para emprender sigue siendo la burocracia para iniciar actividades”.

El presidente de Apialán menciona un caso emblemático que se ha retrasado en funcionar por trámites que él, sencillamente, no entiende: “Una persona que compro un inmueble que estaba siendo utilizado en el mismo rubro que él iba a emprender -centro de belleza- solicitó el cambio de patente y se demoraron 3 meses para continuar en el rubro que se estaba desarrollando”.

Otra de las situaciones es vivida por él mismo: “Estoy abriendo un local comercial en Quilleco y ha pasado un mes desde que pedí a Frontel que me conectaran a la energía eléctrica y aún continuo esperando, pagando costos fijos sin poder funcionar siquiera”.

Frente a estos casos increíbles, donde la burocracia no paga el tiempo de inercia, aparece la frustración del emprendedor y comienza el descontento.