Real Victoria esperó el momento exacto para liquidar a Basilio Muñoz

Las galerías estaban llenas a las 18 horas del pasado sábado en la cancha sintética de Orompello. La efervescencia se vivía en el césped sintético y en el tablón. Fue un comienzo esperanzador para los hinchas de Basilio Muñoz pues veían que el equipo era protagonista con un atractivo juego asociado.

Basilio ejercía la supremacía. Real Victoria se aproximaba  con dificultad. A mediados de la primera etapa un remate de media cancha de Rodrigo Araneda poco inquietaba al meta rival. En cambio, Paulo León, de Basilio Muñoz, se lucía con lujos en la zona media. Se daba espacios incluso para hacer “sombreritos” a sus marcadores.

Basilio llegaba y gustaba con desbordes por las bandas y centros buscando al atacante Juan Órdenes. El técnico de Real Victoria supo que la tarea se complicaba de modo que comenzó por realizar cambios posicionales por las bandas.

El espigado Sergio Barrientos reforzó el costado izquierdo. Real se afirmaba en defensa y las acciones se emparejaban.

Un error en defensa del equipo visitante generó una buena jugada de Real Victoria que terminó en un remate desviado al córner. El local generaba peligro desde el cambio táctico.

Basilio reaccionaba y José Molina, quien intentó toda la tarde con remates de distancia, pateó un tiro libre que se fue muy desviado por el poste derecho del arquero Jonathan Castillo.

Molina no se rendía y en la jugada siguiente volvió a percutar desde lejos pero nuevamente sin peligro.

Luego llegó el gol de Rodrigo Araneda. Real Victoria sorprendía abriendo el marcador.

El empate llegó en la segunda mitad mediante lanzamiento penal de Juan Órdenes, dueño de los balones detenidos en el equipo de Basilio Muñoz.

El volante de contención de Real Victoria, Eduardo Cárdenas, se vistió de héroe y en una jugada de proyección en ataque, con un certero remate con pierna izquierda dejó sin posibilidades al meta de Basilio.

“Le hablé a Rodrigo Araneda que la aguantara, se la tocó a Ersito, y yo se la pedí, miré al arquero y lo tiré cruzado. Me proyecté, justo quedó un espacio, lo vi y tiré. Habitualmente busco la proyección, cuando queda el espacio, el momento justo”, expresó el volante.

Una de las claves del triunfo de Real Victoria, en palabras de Eduardo Cárdenas, fue anular el mediocampo de Basilio con el refuerzo en las marcas a sus principales jugadores.

“Tuvimos garra, empuje, ganas de salir campeón. Queremos ganar este trofeo, nos hemos sacrificado harto y demostrar que somos un buen equipo”, dijo el volante.

“El segundo gol de ellos me bajó los brazos, llegaron dos veces, hicieron dos goles, y se cierra el partido atrás, siendo nosotros dentro de la cancha ampliamente superiores”, confesó José Molina.

“Merecíamos ganar el partido porque tengo un grupo humano muy bueno de futbolistas que siempre llevan el balón a ras de piso. Nos hizo daño Basilio Muñoz porque tempranamente se me lesionaron dos mediocampistas, Arriaga y Aedo que son fundamentales en el equipo”, argumentó el técnico de Real Victoria Harry García.

FOTOGRAFÍA ALBERTO ZÚÑIGA