Comedor fraterno se une al proceso de vacunación contra la influenza

Dentro de la campaña de vacunación contra la influenza, empleada por la Seremi de Salud, existe el programa de gente en situación de calle, la que tiene como principal objetivo velar porque estas personas, que son más vulnerables y están más expuestas a contraer una gripe, también reciban dicha vacuna.

Por tal motivo, y por primera vez, el Comedor Fraterno de Los Ángeles, destinado a dar comida a personas en situación de calle, se unió a esta iniciativa, y durante la mañana de este martes alrededor de 60 personas y 10 funcionarios, que tiene directa relación con ellos, fueron vacunados contra la influenza.

Al respecto, la jefa del voluntariado y encargada del comedor, Patricia Quinteros, expresó que “durante el año estamos realizando y gestionando diferentes actividades que vayan en directo beneficio de quienes vienen a nuestro comedor, y en esta oportunidad, gracias a la Seremi de Salud, y la colaboración que nos prestan, al padre Gustavo Valencia y la Pastoral Social, es que pudimos lograr esto”.

A ello, agregó que “pudimos gestionar y reactivar esta campaña, porque hay mucha gente que en el invierno siempre se enferma y algunos lamentablemente se mueren de neumonía. El año pasado nos pasó, que fallecieron simplemente en la calle, y con estos resfriados fuertes es muy preocupante”.

“Aquí hay ayuda de todos, y cuando se trabaja juntos y de la mano, se pueden lograr mil cosas”, enfatizó Quinteros.

Asimismo, sostuvo que más adelante se vienen más campañas, como la de la vista, para que quienes tienen problemas puedan optar a recibir sus lentes. “Vendrán a revisar su vista, y entregarles lentes a quienes lo necesiten. Por eso decía y vuelvo a recalcar, que nosotros no tan sólo damos almuerzos, si no los que quieran catequizarse lo hacen, los que requieran otro tipo de ayuda también, y ahora se agregó una parte importante, que es la de salud”.

AYUDA, COMPAÑÍA Y PROTECCIÓN

El Comedor Fraterno lleva casi dos años de funcionamiento, y nació con el claro y único objetivo de ayudar a las personas en situación de calle. En una primera instancia, únicamente se les daba comida (desayuno y almuerzo), pero con el paso del tiempo se comenzaron a realizar diferentes actividades con quienes diariamente asistían al lugar.

Actualmente, se les entrega ropa, durante la jornada realizan actividades de recreación, se les incentiva a salir adelante, los 26 voluntarios que trabajan en el comedor, conversan con ellos, escuchan sus historias, y los motivan día a día.

En este sentido, la jefa del voluntariado, detalló que “tenemos casi dos años, funcionamos de lunes a viernes durante todo el año, de 10 a 13 horas, y actualmente recibimos entre 50 y 60 personas”.

A ello, añadió que “abarcamos tres partes, hemos dicho que no sólo alimento requiere un ser humano, si no que también lo que es la dignidad, dándoles ropa, bañándose, la idea es que ellos anden limpios y se sientan cada vez mejor como personas”.

Además, se trabaja en lograr encender esa inquietud para que trabajen y se puedan desarrollar e insertar en la sociedad, “logramos encender esa inquietud que busquen trabajo, se les insta, se les conversa, aquí hay oración, cariño para ellos, preguntándoles lo que les gusta hacer, incentivarlos a que lo hagan y se puedan perfeccionar en eso. Para allá vamos caminando”, expresó Patricia Quinteros.

Subrayando que “Sería bonito, que se realicen talleres el día de mañana también, que ellos puedan algún día utilizarlos para trabajar, y para salir del vicio en el que varios están insertos, igualmente se realizan algunos talleres de drogas y alcoholismo, pero la idea es reforzar esto. Muchos son abandonados por sus familias, y no necesitan nada más que cariño”.

CADENA DE SOLIDARIDAD

Todos quienes participan en este Comedor Fraterno lo hacen voluntariamente, así como quienes les ayudan y aportan, ya sea con ropa, alimentos o dinero.

”Esto es todo una cadena de solidaridad, porque se pide en los colegios, a través de la radio, el Obispado que hace su aporte, la pastoral social, aquí es mucha gente que ayuda. Y quienes quieren vienen a prestar su colaboración, elijen  el día en que ellos pueden asistir, y por lo general son gente de parroquia, catequistas, grupos de jóvenes, entre otros”, puntualizó Quinteros.

Este Comedor Fraterno, ubicado en Av. 21 de Mayo 147, Los Ángeles, recibe a todos quienes quieran y necesiten, siempre hay un plato de comida para quien llegue.

“Como dije anteriormente, con amor se llega al cielo, más que ese plato de alimento, nosotros le ponemos esa gotita especial de amor, cariño, atención y orejas, escuchado sus penas, alegrías, los aconsejamos y se les ayuda en la medida que uno pueda”, concluyó la encargada de este Comedor Fraterno.