Vecino que convive con aserradero exige retiro de maquinaria por serios daños

Con una verdadera pesadilla, catalogó su diario vivir un vecino del sector Chacayal Norte, camino a Antuco, quien prácticamente convive con un aserradero, a pocos metros de su casa.

Álvaro Silva, el afectado con este problema, explicó a La Tribuna que por esta causa ha tocado muchas puertas, desde el ámbito municipal hasta de contaminación ambiental, sin tener una solución al respecto, sobre suciedad y daños molestos, que enfrenta continuamente.

“Mi casa lleva más de un año en este lugar, y hasta el momento presenta serios daños producto de las vibraciones que se producen a diario”, especifica este molesto vecino, quien, explicó, ya no puede continuar con este estilo de vida.

Todo esto, debido a las actividades que realiza este negocio en cuestión, que se dedica a los procesos producción de madera y donde actualmente trabajan aproximadamente 20 personas.

En este sitio, se puede apreciar a simple vista una importante cantidad de residuos que circulan en el aire, además de ruidos molestos que se realizan a no más de 3 metros de su vivienda, entre gritos y el funcionamiento de las máquinas en cuestión.

“Yo convivo con esta realidad, entre 9 y 18 horas y sólo busco una mejora, ya que cuando yo construí mi casa, este negocio no estaba acá”, explicó con angustia Álvaro, quien comparte su vivienda con su pequeña hija de tan solo dos años.

Ante todo esto, el denunciante, declaró que el mayor problema se debe a la contaminación acústica y por los ruidos molestos de una chipeadora que produce una importante cantidad de aserrín. Hecho que lo ha llevado hasta el municipio de Los Ángeles, sin conseguir una audiencia con el jefe comunal y hasta la dirección de medio ambiente de la región del Biobío, donde no ha tenido soluciones claras.

Por esto mismo actualmente mantienen a su hija, las 24 horas del día al interior de su vivienda, para evitar daños en su salud, puesto que ya ha debido llevarla dos veces a médico.

Otro de los problemas que enfrenta este angelino, es que la vivienda mantiene importantes daños en la infraestructura, producto de las constantes vibraciones que se presenta casi todo el día en este hogar.

“Hace seis meses cuando se construyó este negocio, sólo se ha realizado un cerco de madera, que no evita el ruido ni mucho menos la contaminación de residuos” añadió Álvaro.

En un intento de hacer público este caso, Álvaro se encuentra tocando diferentes puertas en búsqueda de una solución a este complejo problema habitacional.

“Esta no es una zona industrial, es una zona agrícola y los residentes no estamos acostumbrados a estos problemas, encuentro irracional la instalación en este lugar” sentenció el denunciante.     

RESPUESTA DE LA EMPRESA INVOLUCRADA

Por medio de llamadas telefónicas, La Tribuna se contactó con la empresa en cuestión, Comercializadora de Maderas -transporte de cargas  y con su representante Roberto Figueroa.

Este explicó que el problema se presenta cuando el denunciante realiza la construcción de esta vivienda, en un lugar no apto, puesto este aserradero opera en el lugar hace casi 15 años, antes que ellos adquirieran el arriendo.

“Nosotros arrendamos este lugar que mantenía la construcción de este galpón, lo implementamos con nuevas tecnologías y limpiamos, pero acá no existía esta vivienda, esto fue posterior” manifestó Figueroa.

Según el relato de este empresario, el conflicto en cuestión se viene desarrollando entre el dueño del terreno donde se encuentra la estructura y por la vivienda, que se emplazó tiempo después.

“Este es un problema que se viene generando hace un tiempo atrás, por conflictos externos, sin embargo esto está radicando en problemas actuales, sin que esto se pueda modificar” explicó Figueroa.