Desactivan Código Azul en Los Ángeles, además confirman mejoras en el servicio

Desde el 18 de julio se mantuvo activado el Código Azul, un plan de emergencia que busca ayudar a las personas en situación de calle a través de un refugio que le proporcionara calor y abrigo en las noches que las temperaturas bajan hasta 4 grados bajo cero. Todo esto para evitar alguna muerte por hipotermia.

Los Ángeles es la tercera ciudad en la región que posee la mayor cantidad de personas en situación de calle, alrededor de 230 habitantes. Este dispositivo se inició para reforzar el Plan Invierno del Gobierno durante los meses más complejos de la temporada invernal.

En Los Ángeles se implementó un refugio para 50 personas, en el gimnasio municipal de la ciudad, que les brindó comida y un lugar para dormir desde las 17 a las 14 horas del día siguiente.

CUMPLIÓ SU OBJETIVO

Alberto Moraga, seremi de Desarrollo Social, manifestó a La Tribuna que “el código es un dispositivo de emergencia y en ese sentido lo que nosotros hacemos es redoblar los esfuerzos, sea en ruta como también en espacio. La virtud de esto es cuando se activa en las cuatro ciudades de la región, dobla la capacidad de atención de personas en situación de calle”.

Asimismo, la autoridad regional aclaró se vivieron situaciones de deficiencia del servicio pero que ya están superadas “en el caso de Los Ángeles es la municipalidad que facilita el espacio, son los privados los que nos apoyan con voluntarios, es el Servicio de Salud quienes nos apoyan constantemente con las rutas. Si bien es cierto, el espacio es grande, hemos ido trabajando de a poco para calefaccionar de la mejor forma yo creo que más problema sería si el espacio fuese chico, porque estamos hablando de 50 personas, creo que un espacio como el gimnasio municipal es adecuado”. “Ahora esas personas si bien es cierto que no tienen separación, es porque precisamente es un dispositivo de emergencia, y la idea es montar y desmontar  en la medida que lo necesite”. Respecto al peligro de contagio por hacinamiento manifestó “el Servicio de Salud Biobío ha efectuado controles dentro del refugio para detectar si hay personas con tuberculosis, con vacunas contra la escabiosis (sarna)”.  

En relación a la calefacción “sin duda que tenemos cosas que mejorar y eso es lo que hemos hecho, hemos incorporado una estufa turbo en el gimnasio, que funciona con petróleo, que gentilmente nos han donado privados de la misma ciudad, pero también estamos trabajando para incorporar 3 estufas y estamos coordinando sumar 5 más a ese refugio”.

En el caso de la comida, hubo un lote que llegó en mal estado ya que presentaba un hongo, en este tema Moraga comentó “esto fue sólo en una oportunidad en los más de 15 días que llevamos operativos en Los Ángeles. Desde Junaeb se entregó ese lote pero fue retirado y desde ahí no se ha vuelto a presentar ese problema”.

A pesar de lo anterior Moraga afirmó “es preferible ver toda la situación como el vaso medio lleno, es decir, es primera vez que se implementa el programa y fue un éxito es decir, con más de un 80% de ocupación en la ciudad. Y en Los Ángeles tenemos 3 dispositivos Hogar de Cristo, albergue municipal y el tercero es Código Azul que es de emergencia”.

CIFRAS

En el mismo refugio, Pablo Pezo coordinador general de la unidad entregó cifras de lo que significó la ocupación hasta la fecha “hablamos de un promedio de 35 a 45 personas en las noches más frías”, esto se considera un éxito ya que el dispositivo funciona junto a la oferta del plan invierno y que también tiene sus usuarios habituales”.

Consultado por las garantías que ofrecía, manifestó que “las personas podían ingresar desde las 17 horas, comer la cena, el desayuno y el almuerzo, también debido al espacio podían ingresar con sus cosas (Carros de supermercado y mascotas) hasta muy cerca de la puerta lo que les daba una garantía de no abandonar nada en la calle”.

El coordinador  al igual que le seremi Alberto Moraga, destacó el trabajo en conjunto de las entidades de gobierno, e hizo mención especial a los privados que prestaron ayuda para normalizar situaciones que fallaron en la implementación.