Carretera segura, una necesidad

A principios del mes de agosto La Tribuna publicó una nota titulada “Socavón amenaza con avanzar y partir en dos, camino que une Coigüe con Negrete”. En ella, se dejaba en evidencia, tal como su título dice, un importante socavón en la ruta Q-80.

Dicho agujero se imponía donde el caudal se encontraba más próximo al pavimento y sin ninguna protección que evite que las aguas sigan horadando el terreno.

Fue por ello, que a finales del mes de septiembre se decidió cerrar dicha ruta, por el evidente riesgo de accidentes que pudiesen ocurrir.

El problema es que esto se arrastra desde hace meses y sin haber una solución por parte de las autoridades de la cartera, que definitivamente se cansaron de la espera.

Llama la atención el caso y es que es extraño ver este tipo de situaciones, sobre todo siendo tan peligrosas.

Hoy en día, si bien el camino se mantiene cortado, aún no se inician los trabajos y es ahí donde se extiende la polémica.

Durante la jornada de lunes, fue el mismo alcalde Francisco Melo quien, en una conferencia de prensa expresó que iban a dejar de lado el corte de la carretera y la habilitarían de todas formas, haciéndose ellos cargo de lo que ocurriese.

Es entendible la ofuscación de su parte, considerando que ha pasado una gran cantidad de días y aún no hay una respuesta concreta, pero ¿es necesario arriesgar la vida de las personas por un capricho?

También, llama la atención el nulo pronunciamiento que ha habido desde el Ministerio de Obras Públicas, quienes son los llamados a manejar este tipo de situaciones.

Constantemente se habla de descentralización y que las autoridades están muy atentas a lo que ocurra fuera de Concepción, pero ¿no era este el momento para demostrarlo?

La situación realmente complicada y es que no son pocos los automovilistas que día a día, semana a semana transitan por la ruta, la que urge una reparación en el corto plazo.

Es por ello que el llamado de atención, el alzamiento de voz de las autoridades de Negrete no es algo al azar, sino que es necesario para poder ser escuchados por las autoridades tanto provinciales y regionales. Incluso más allá de ser escuchados, ellos puedan brindar solución al conflicto que afecta la calidad de vida de cientos o quizás miles de personas que usan a diario el camino para movilizarse.

Lo cierto es que se hace necesaria una respuesta en el corto plazo, pero algo que vaya más allá de las palabras, algo visible, porque esta es la forma que tienen las autoridades, particularmente las regionales de demostrar que Negrete no está solo.