Evitar trágicos desenlaces con simples conductas de autocuidado 

Estamos en pleno periodo estival, época en la que la mayoría de los habitantes aprovecha de disfrutar diversas actividades al aire libre, las que no están exentas de peligro.

Visitas a los campings, divertirse en una tarde o fin  de semana del río, piscina, lago o mar,  son las actividades más recurrentes por las que optan las familias a la hora de decidir donde disfrutar del verano.                                                                  

Y lamentablemente, con ello aparecen los incendios forestales, muchos de ellos ocasionados por negligencia de los seres humanos, así como otros hechos, menos llamativos, porque su área de influencia ni siquiera es local. Es familiar.

Lo dramático que implica queda minimizado, sin trascender a esos grupos humanos pequeños. La naturaleza no ha sido dañada, pero sí seres humanos.

Me refiero a quienes mueren por inmersión, o ellos que si bien no tienen un final fatal, quedan con grandes secuelas, por prácticas de peligrosos juegos acuáticos, como los piqueros, que son atractivos y entretenidos en lugares seguros, como las piscinas, pero no en sitios naturales, en cauces de ríos o en lagunas. Esto se debe a que no se conoce bien sobre corrientes o qué hay bajo el agua y con lamentable frecuencia, se registran esos accidentes.

Incluyendo, además la ya posicionada y clásica “selfie”, que por captar la mejor imagen cerca del agua, un mínimo descuido o paso en falso provocará un caída al caudal, transformando aquella captura en la peor de la imágenes.

Estamos en la primera quincena de enero, y las cifras ya cuentan con un fallecido por inmersión, un joven de 21 años quien cayó a una laguna artificial en la localidad de Santa Clara, el cual se encontraba en el lugar junto a sus familiares disfrutando una tarde de sábado.

A ello se suma la caída de un menor en el sector de Saltos del Laja, quien fue arrastrado por las aguas del caudal y de milagro fue rescatado por turistas en una valiente pero peligrosa hazaña.

Es así como cada semana, desde iniciada la temporada de verano 2019, los biobienses han sido testigos del rescate de personas que no asumen responsabilidades a la hora de asistir a este tipo de lugares.

Si bien, van sólo dos casos en lo que va del año, durante diciembre del 2018 se han registrado más accidentes, en Saltos del Laja, como la caída de un hombre desde una zona de 15 metros, a lo que se suma el rescate de dos jóvenes el último fin de semana del año, quienes no podían cruzar el lecho del río luego que una mujer cayera en este lugar.

Desplegándose un operativo de emergencia, -que incluye Bomberos, SAMU y Carabineros-  para rescatar a estas personas, que muchas veces no pueden salir por sus medios  del cauce de agua, en un sector no habilitado ni autorizado para el baño.

De allí que sea comprensible el llamado realizado por Bomberos sobre la seguridad a la hora de transitar y realizar actividades en este lugar, hecho que debería ser regulado por los municipios correspondientes, por el peligro que significa.

Lo que además va de la mano con que la gente tome conciencia de los peligros a los que se puede exponer al realizar este tipo de hazañas, acciones inseguras e inapropiadas que suelen acentuarse con una ingesta indebida y abusiva de alcohol. Todos estos dramas pueden evitarse, con simples conductas de autocuidado personal, familiar y entre amigos. Así, no tendremos que seguir lamentando más accidentes acuáticos.