¿Hasta cuándo?

Pareciera un chiste de mal gusto, pero no lo es. Nuevamente nada está claro respecto de lo que será el campeonato de la Segunda División Profesional.

Hace semanas que inició la polémica y es que pese a que hay un acuerdo en los clubes, desde la Asociación Nacional de Fútbol Profesional no se convencen que el torneo deba ser sub 25.

Si bien, existe la idea de darle tiraje a los jugadores más jóvenes, ¿es necesario que con ello cientos de deportistas queden sin equipo y por ende derechamente cesantes?

La idea no sólo ha sido rechazada –por lo menos por este año- desde los clubes de la división, sino que incluso desde el propio sindicato de futbolistas profesionales (Sifup).

El inicio del certamen y los montos son otros de los dolores de cabeza del ente rector del balompié nacional.

Pero más allá todo, es poderosamente llamativo la poca atención que prestan desde la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) que se le presta a la Segunda División Profesional, división que se creó en el año 2011 y que vio su primer torneo el 2012, precisamente para profesionalizar a elencos que militaban en la Tercera “A”, pero que podían aspirar a algo más.

Pese a esto, poco de profesional se ha visto en una división que ha sido testigo de varias desafiliaciones debido a excesivos gastos de dinero.

Arturo Fernández Vial y Provincial Osorno han sido parte de esto, pero más allá de esto, el dejo que ha habido desde la asociación con los clubes, no es menor.

Partiendo porque este fin de semana inician los campeonatos de Primera “A” y Primera “B”, mientras la Segunda División profesional aún no tiene claro su panorama en cuanto a fechas.

Una división que está botada y que cada cierto tiempo se le ponen restricciones, ¿Hacia dónde va? ¿Cuál es el objetivo al final de todo?

Pareciera ser que para lo único que toman en cuenta a esta división es al momento de cobrar la millonaria cuota de inscripción a clubes que con suerte logran sustentarse así mismos cada fin de mes.

El negocio de los grandes clubes no se detiene y la ANFP pasa a ser un cómplice más de lo que parece ser una monarquía.

Hoy el capitalismo se tomó el fútbol y estimados hinchas, quiéranlo o no, lamentablemente el deporte que tanto aman ya fue tomado por las empresas, hoy para los grandes empresarios el fútbol no es más que un negocio.

Ejemplo de ello es el actual presidente Sebastián Piñera, reconocido fanático de Universidad Católica, que nada de asco tuvo para hacerse importante accionario de Blanco y Negro S.A. –concesionaria que administra el Club Social y Deportivo Colo Colo- hace algunos años.

La Segunda División Profesional no genera recursos, por lo mismo no es tomada en cuenta.