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La Tribuna

Nuevo reglamento en el fútbol rural: ¿Una segregación necesaria o nefasta?

por Gonzalo Meller

La última reunión de la directiva de Asociación de futbol campesino puso los clavos sobre el ataúd: jugadores semi profesionales o profesionales no podrán jugar en el campeonato. La medida podría entregar identidad al torneo o acabar con las aspiraciones futbolísticas de los más pequeños.

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Desde la directiva de la Unión Comunal de Futbol Rural, indicaron que más del 90 % de clubes votaron a favor de la eliminación de jugadores profesionales o semi profesionales del futbol rural, para subsanar una situación que aseguraron se estaba saliendo de control, debido a que jugadores desde clubes emblemáticos en la Región del Biobío estaban malogrando la identidad que ha caracterizado por décadas a la liga campesina.

Para entrar en contexto, esta liga que forma parte de la Unión Comunal de Fútbol Rural, es compuesta por cuatro ligas en un campeonato que reúne a casi toda la provincia de Biobío en torno al deporte.

Cuenta con cuatro ligas, entre las que se encuentra; Chacayal, con 17 clubes; 21 de Mayo que tiene 15 elencos; Santa Fe, con 10 equipos y; la liga Estrella de Cuel, con 18 clubes.

Estos equipos son compuestos por deportistas que van desde los 13 años hasta 65 años y juegan en las categorías juvenil hasta Súper Senior. Pero dentro de los registros junto a la información que maneja la directiva de la liga rural, existen más de 16 clubes que han adjudicado a sus filas jugadores profesionales o semi profesionales desde Iberia, Fernández Vial y Palestino entre algunos.

Si bien, no tienen la certeza de que reciban algún tipo de incentivo económico, aseguran que es lo más probable. Lo anterior a todas luces deja entrever que pese a la recepción de fondos igualitarias para la totalidad de equipos que componen la liga, los clubes que cuentan con más dinero para inyectar a sus agrupaciones tienen acceso a un mejor desempeño.

En una primera instancia consultamos con jugadores, quienes prefirieron mantener su identidad en el anonimato por miedo a represalias dentro de sus clubes. Otros sencillamente no quisieron entregar su testimonio.

De todas formas, unánimemente la noticia les parece excelente, comentando que se sentía una gran frustración defender la camiseta de su equipo a través de todo el semestre dejando el alma en la cancha, llegar a semifinales de la copa y hacer frente a un equipo que poseían jugadores con una capacidad superior a la suya. "Ya no parecía un campeonato rural, parecía uno regional y sin ir más lejos hasta nacional, no había identidad con el sector del equipo, porque la gente no estaba representando al conjunto", comentó uno de ellos.

MERCENARIOS DEL FUTBOL

El artículo número 3 del Código de Trabajo estipula la libertad de trabajo y contratación. “El trabajador es libre para dedicar su esfuerzo a la labor lícita que a bien tenga. Fuera de esos casos, nadie estará obligado a trabajar sino mediante un contrato y la remuneración correspondiente. En general, todo trabajo debe ser remunerado”. Art.4 jul. 2005.

Pero en este caso, prestar servicios futbolísticos va en total desmedro de la identidad campesina de aquellos que con esfuerzo asisten todos los fines de semana a defender los colores de sus conjuntos.

Además, como se mencionaba anteriormente no hay registros, pero es un secreto a voces que los jugadores sí reciben remuneración por formar parte del plantel de los conjuntos, por lo tanto, las asociaciones con más recursos económicos hacen que el torneo se torne en una férrea batalla entre David y Goliat.

Desde la presidencia del club Santa Fe, Luis Rivas, comentó que había que ponerle un alto a esta situación.

“Cómo vamos a competir contra ellos nosotros, acá en la liga campesina son todos jóvenes que quieren inclusive aprender futbol, no jugar profesionalmente. Que garantía tenemos nosotros siendo que la gran mayoría de ellos son pagados, no podemos surgir en el futbol”, aseveró.

Pero puntualizó que podrían aportar de otra forma a la liga. “Yo no estoy de acuerdo que ellos jueguen acá, que vengan a mirar o a enseñar en eso si estoy de acuerdo, que sean profesores, porque ellos son muy superiores a nosotros”, dijo.

Esto deja en la palestra una oportunidad para los clubes y jugadores profesionales, a quienes, por prestar un servicio de enseñanza, -porque no- se les podría otorgar una merecida paga por servicios futbolísticos formativos fuera de la cancha.

SANCIONES LAPIDARIAS

Específicamente el nuevo reglamento establece que “Los clubes no podrán hacer jugar o inscribir a jugadores que están jugando en clubes ya profesionales o semi profesionales o que están contratados por clubes de Tercera, Segunda o Primera División del futbol profesional”.

Asimismo, precisa “tampoco se aceptarán jugadores inscritos en clubes, ya jugando como semi profesionales y que están recibiendo sueldos, aunque sean de ANFA en cualquier lugar o ciudad y que vienen a jugar futbol rural”.

Las vulneraciones a estas reglas son concisas y la Liga de Futbol Rural se caracteriza por hacerlas cumplir al pie de la letra.

“Entonces serán sancionados con 3 años sin apelación los jugadores y, el club que les hiso jugar, perderá el total de la subvención municipal para el pago de arbitrajes y esta será repartida para los clubes. Además, los puntos donde jugaron los infractores paran al equipo rival sin apelación”, afirma el documento.

Dentro de otras especificaciones, el escrito asevera que juveniles y cadetes no podrán jugar, lo cual según algunos clubes podría ser nefasto para la carrera de los pequeños que aspiran llegar alto en el balompié nacional.

AFECTADOS: LOS NIÑOS

El presidente del cuadro de La Perla, Fredy Durán, comentó que su club sería uno de los más afectados con esta medida, ya que “nosotros tenemos una escuela de fútbol funcionando activamente hace años. Esto lo digo por el tema de los cadetes, el cual es complicado en nuestro caso”, puntualizó.

A su vez especificó que los niños al querer profesionalizar su carrera en distintos clubes no podrán jugar por la liga rural que los vio nacer y eso les restará al momento de ir probarse a equipos emblemáticos.

“Pierden los jóvenes que están empezando, además hay un tema con sus padres que los quieren ver jugar por el sector”.

A lo que agregó “es malo para los más pequeños que tenemos, porque varios hacen cadetes y necesitan más roce, tener más partidos encima porque así podrían llegar lejos”.

UN REPASO AL REGLAMENTO

Para finalizar el presidente de la Perla, aseveró que deberían dar un repaso a la nueva ley, donde se hagan respetar también los derechos de formación de los jugadores, en consideración que del futbol rural pese a que algunos poseen pocos recursos, pueden existir dentro de sus filas diamantes en bruto que sólo necesitan un entrenamiento apropiado, ganando experiencia en todas las canchas posibles para forjar a pulso una carrera internacional.

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