Día de la Mujer

"Estamos esperando al cirujano", me dijo un paciente.  Me veo obligada a informarles que soy yo la cirujana", respondí. Puede parecer irrisorio o una humorada pero este simple episodio que le sucedió a Neema Kaseje, cirujana y directora fundadora del Grupo de Investigación de Sistemas Quirúrgicos, con sedes en Kenia y Ginebra; da cuenta que en el mundo aún la equidad de género no es una realidad. Tampoco, obviamente, lo es en Chile y es lo que dejan de manifiesto miles de mujeres que, feministas o no, sólo exponen una situación que está instaurada en nuestro ADN, un tema cultural, un tema finalmente de Lenguaje y Comunicación. Y esto es un primer compromiso que asumimos como medio, de avanzar y mejorar.

¿Por qué al esperar a un cirujano uno de inmediato visualiza a un hombre? Claro, se puede indicar que porque no se dijo que es una “cirujana”.  Sin embargo, la verdad de esto va más allá, nuestra forma de vida y crianza nos lleva, incluso involuntariamente, a pensar que hay cargos que son exclusivos de hombres, o más bien excluyentes a las mujeres. 

Esto es sólo una arista de esta cultura de desigualdad a la que se suman otras, claras y evidentes: violencia, represión, desvalorización, en distintos aspectos y con distintas acciones, es así y nadie lo desconoce. El avance es lento o nulo para algunos y algunas; pero el solo hecho que sean temas de discusión pública ya es un punto de partida; y la clave está en la educación y esto responsabilidad de todos y todas, también de los medios de comunicación.

Esto va más allá, por ejemplo, de cómo escribimos un determinado cargo, o como usamos los términos que hoy florecen a raíz de la necesidad de llegar a un lenguaje más inclusivo (en todo aspecto), sino de contar, resumir, recordar, explicar porque hoy se conmemorara el Día de la Mujer, partir de la base que no se trata de una celebración, aun cuando respetamos a quienes se sienten agasajadas con una flor o disfrutando de un número musical; pero el origen no es festivo sino más bien trágico. 

Cada año en 8 de marzo, desde 1908 para ser exactos rememoramos una desgracia que marcaría la historia y comenzaría, sin saberlo, una revolución.  Se trata de la muerte de 129 mujeres trabajadoras de la fábrica Cotton en Nueva York, Estados Unidos; quienes decidieron declararse en huelga presencial. Tomaron las instalaciones de la fábrica hasta que se cumplieran sus demandas: reducción de su jornada laboral a 10 horas, igualdad de salario con sus compañeros hombres que desempeñaban exactamente las mismas actividades y mejora general de sus condiciones de trabajo (que rayaban en esclavitud).

Sin embargo; la respuesta del dueño de la fábrica fue encerrarlas a todas dentro de la fábrica. Y así, encerradas, estaban cuando se desató un incendio (¿provocado?). Todas murieron quemadas vivas.

A partir de ahí; el Día de la Mujer comenzó a nacer, poco a poco. En 1910 se declaró ese día como el Día de la Mujer Trabajadora; y en 1977, la ONU lo declaró como el Día Internacional de la Mujer. 

Es por esto que muchas creen que no es un día para celebrar,  sino más bien un día para recordar y una oportunidad para seguir la lucha por la equidad. Compartimos plenamente esa visión, pero también respetamos a quienes quieren ver este día de forma diferente, y hoy buscamos como medio mostrar; dar a conocer historias de mujeres que contra todo pronóstico, o como se dice popularmente, contra viento y marea han sobresalido, en sus distintos roles, como empresarias, políticas y en cargos relevantes; pero también queremos relevar a quien adoptó una opción distinta en un rol social, religioso, de madre porque mientras sea tu decisión, y a conciencia; es válida. De eso se trata en verdad el respeto y la igualdad.