Érika Álvarez: emprendedora angelina que le ganó al machismo

Érika Álvarez, partió con muy poquito vendiendo fardos de ropa americana en su casa, luego incluyó algunos disfraces y ese emprendimiento lo complementaba con artesanía mística: collares, pulseras, aros, pintura de mándalas, pintura de budas, atrapasueños, entre otros.

El negocio prendió tal vez por la calidad de sus productos, el elemento diferenciador que le aplicaba lo místico prendió a full y ahora va a ferias por todo Chile.

“Empecé vendiendo ropa americana con una amiga. Siempre tuve la idea de tener un negocio, pero había tenido puras trabas, así es que logramos constituir una sociedad con ella. En general yo igual era comerciante, hacía algunos tejidos, pero formalmente no emprendía con nada”, recordó Érika sobre sus inicios.

Es difícil pasar por fuera de su local y no querer entrar a ver lo que ella trabaja, genera curiosidad y además llama la atención el buen gusto de sus creaciones.

Una mujer afable, que comienza a relatar que significa cada una de las cosas que vende pero que además encanta con su sencillez.

Con las ganancias del primer negocio comenzó a colaborar con el pago de la mensualidad de su hijo que estudiaba publicidad en Santiago. “Ahí descubrí que lo que hacía era valioso para mi familia”, comentó la emprendedora.

LOCAL PROPIO

Actualmente, Érika abrió su local hace algunos meses atrás en los puestos artesanales ubicados en la avenida Ricardo Vicuña en Los Ángeles.

Está dedicada 100% a sus artesanías, ya dejó atrás la ropa y los disfraces.

“Este año recién pude tomar el desafío de abrir mi propio espacio, ya que por razones de salud no lo había podido hacer el 2018”, comentó Álvarez.

Asimismo, mencionó que la familia ha sido un gran apoyo. Si bien sus hijos eran grandes y tenía el apoyo de su marido, ella necesitaba generar más dinero para pagar la universidad de los mayores. Fue ahí cuando decidió incluir sus artesanías que en un principio hacía como hobby, pero que hoy ocupan la vitrina más importante en su local.

“Al principio me enfrenté con las opiniones de mi marido, y también todos mis hijos, por el tiempo que le destinada a trabajar y además exponía en ferias itinerantes como el Muestra Manos de Plaza Pinto en Los Ángeles”.

Ella no se dio por vencida, siguió su sueño de hacer artesanía mística, al principio con materiales muy básicos pero que luego se hizo mejor, con un aprendizaje autodidacta.

“No fui a cursos por que no podía, así es que fui perfeccionando mediante tutoriales de YouTube, una herramienta que me prestó mucho apoyo para hacer lo que hago”, aseguró.

IMPULSO PARA SURGIR

Como todo emprendimiento no ha estado exento de falta de financiamiento. Otro escollo que también supero Érika.

Para surgir acudió a un organismo que le entregó dinero ya que creó en su sueño, Banigualdad, una organización dedicada a respaldar a mujeres como Érika. Su constancia y esfuerzo fue premiado con el financiamiento que le permitió desarrollar su artesanía mística con buenos materiales y productos de calidad.

Además comenzó a acudir al municipio local, para conocer cuáles eran las alternativas que existían para ella.

“Es por ello que pude optar a tener un local en la avenida”.

PREFERIR PRODUCTOS DE MANOFACTURA

Érika ha ido cumpliendo sus sueños con perseverancia y tesón, pero también necesita que los mismos habitantes de Los Ángeles prefieran lo local.

“Es increíble como he descubierto que los santiaguinos valoran lo hecho a mano enormemente, a diferencia de lo que pasa acá. No sé si es porque ellos no tienen tiempo, pero sí se nota que prefieren lo hecho por una persona como yo”, declaró destacando su participación de ferias de emprendimiento en todo Chile.