El robo hormiga, un delito en que muchos caen

 Este martes a través de las páginas de este diario, nos enteramos de un robo de combustible protagonizado por trabajadores de la empresa Transportes Jorquera. Una situación que afortunadamente fue detectada por carabineros de la comuna de Cabrero y que terminó con tres personas detenidas.

El robo hormiga afecta a prácticamente la totalidad del comercio. Son esas sustracciones casi imperceptibles, pero que a la larga generan un gran perjuicio a los empresarios o microempresarios.

Situaciones como esta se viven en el día a día, por ejemplo en grandes tiendas o supermercados. El lunes por la tarde por ejemplo, un antisocial que había sustraído productos desde el interior de la tienda Hites fue alcanzado por los guardias de seguridad a pasos del local, generando gran conmoción pública por parte de quienes transitaban por dicho sector.

Este tipo de situaciones, se han hecho tradicionales y las policías deben destinar sus recursos diariamente a decenas de este tipo de casos.

Y es que el robo parece que se ha impreso como un sello cultural de nuestro país. En el extranjero nos ven de esa manera. Incluso en Europa, es posible encontrarse con letreros que indican “si encuentra a un chileno robando, déjelo, es parte de su cultura”. Y lamentablemente no están tan equivocados.

Ahora, regresando a robo de combustible, para nadie es extraño lo que ocurre en muchas posadas de las carreteras de nuestro país. En algunos de esos lugares, es fácil encontrar a camiones de bencineras, de transporte de carga u otros, vaciando petróleo para que después sea revendido. Pero, tal como lo han señalado los propios gerentes a Carabineros, la creatividad de estos delincuentes ocasionales, ha llegado a tal punto, que van sacando de a pequeñas cantidades, para no ser descubiertos.

Lo que deben pensar estas personas, inicialmente sin alma delictiva, es que por un poco más de dinero están manchando su nombre, su honra y el de toda su familia.

El dinero se gana con trabajo y esfuerzo, cualquier otro método no es digno de destacar.

Actualmente, todos los ojos se encuentran puestos en la política, en el hijo de la Presidenta de la República, en los escandalosos casos del Congreso y por supuesto en el comportamiento empresarial, pero ¿qué estamos haciendo personalmente para construir una sociedad más justa y honesta?

Sin duda alguna que podemos cambiar al país, pero debemos predicar con el ejemplo. De nada sirve criticar si nuestro comportamiento no es el mejor.