La pandemia trajo aparejada una serie de consecuencias para el comercio exterior como el alza de los fletes y una serie de gastos que fueron difíciles de asumir para los usuarios.
Lo cierto es que ya pasada la emergencia se ha reducido el valor de algunos servicios como el transporte marítimo, sin embargo, en lo que respecta a los costos logísticos ligados sobre todo a la importación se han mantenido.
"Durante la pandemia empezaron a subir. En algún momento crecieron más de un 16% y no han bajado. No se han adecuado a cómo lo hicieron, por ejemplo, los fletes marítimos", comentó el director de la Cámara Aduanera, Javier León, agregando que en el país no existe una identidad a la cual dirigirse para reclamar.
"El año pasado vimos cómo en Estados Unidos salió una ley para proteger a los importadores y exportadores a propósito del demurrage, acá no hay nada. Seguimos en mesas de trabajo por años y no existe un organismo que regule este tema como podría ser una especie de Sernac o una Superintendencia que en definitiva transparente lo que se cobra o lo que no", sostuvo, añadiendo que es un tema que se debe abordar pues finalmente es el consumidor final el que asume los costos.
Precosteo
En esa línea, un análisis realizado por la plataforma especializada "Click and Connect" abordó el tema, remarcando una serie de aspectos que deben ser tomados en cuenta por las pymes la hora de importar.
"Los costos locales no han bajado, porque eso no lo regulan las navieras sino que los actores intermediarios", comentó desde la entidad Daniella de Luca, quien realizó este insumo junto a Paula Pastén.
"La invitación es a revisar bien, hacer el precosteo, es decir, asesorarse bien, no llegar y contratar lo primero que aparezca, porque hay muchas diferencias. Hay ocasiones que estos costos extras han llegado a superar el valor del producto que se importa. No es algo menor y muchas veces estos llegan cuando tienes que liberar la carga y otras lo hacen tres o cuatro meses después, lo que complica al importador", subrayó.
Añadió que hay costos base como la consolidación o el transporte, pero hay otros que se van generando y nadie explica, tales como la asesoría o el apoyo documental. "Por eso es importante cotizar (...). Los gastos locales son los que podrían variar, por ejemplo apoyo documental y gastos documentales donde puede que te cobren uno, los dos o ninguno, porque no sabe de qué depende", precisó.
En esa línea también remarcó la falta de una instancia a la cual dirigirse en caso de alguna observación: "Acá si alguien estima que hay un error no tiene donde reclamar".
En ese contexto, León también subrayó que los importadores tienen que fijarse en el costo total y no sólo en lo que corresponde al flete, porque los otros gastos a veces suman más y se encarece la operación. "Lo otro que deben negociar son los plazos para la devolución del contenedor que comienza a regir desde que llega la nave. En el caso de una pyme lo ideal son 15 a 20 días", concluyó.