El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Chilena de Desalación (Acades) A.G., Rafael Palacios, analizó las brechas para impulsar la desalación para distintos niveles de uso en el país, precisando que las principales trabas están en las regulaciones y en la diversidad de usuarios, lo que dificulta una gobernanza.
"En un congreso que tuvimos quedó claro que las principales brechas que hay para avanzar en cobertura de abastecimiento de agua a través de la desalación y el reúso no son tecnológicas, sino que institucionales", afirmó Palacios.
"La desalación no tiene un cuerpo legal para desarrollar proyectos de inversión y tampoco tenemos una gobernanza del agua en un sentido amplio", aseguró.
Según el representante gremial, "el no tener agua para abastecimiento de ciudades o actividades productivas es un daño auto-infligido", pese a que "tenemos todas las condiciones para abastecer de agua a toda nuestra población y actividades productivas".
"Hay tecnología que puede producir a gran escala y a bajo costo. Se podría abastecer a grandes ciudades. También hay plantas modulares que se pueden transportar, como paneles de evaporación o tecnologías nuevas para la destilación de agua desalada, que pueden abastecer a pequeñas comunidades rurales a través de agua desalada", destacó.
El dirigente contó que "hay tecnología local, chilena, que se está haciendo cargo de abastecer a pequeñas localidades que no tienen más fuentes que las napas subterráneas que se están secando o poniendo salobres".
"Falta ponernos de acuerdo en qué tipo de plantas pueden eximirse de ingresar al Sistema de Impacto de Evaluación Ambiental, por ejemplo", indicó Palacios.
GOBERNANZA DEL AGUA
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Chilena de Desalación A.G. indicó que existen "más de 40 agencias del sector público que tienen competencia sobre el recurso hídrico. También están las asociaciones de usuarios".
"Hoy está muy desperdigado y se hizo un intento con los Consejos de Cuenca, iniciativa que hoy ya está desahuciada, porque pasaba a llevar la normativa existente", relató.
A raíz de lo anterior, Rafael Palacios recalcó que "hay una incógnita de decir ‘¿dónde nos vamos a juntar los mineros, los agricultores, los usuarios, las agencias de Gobierno y todos los usuarios del agua para ponernos de acuerdo en cuáles son las iniciativas a priorizar?’".
De acuerdo al representante, "en el sector privado, desde Acades nos hemos acercado a los mineros y a los agricultores para generar esta instancia. En el caso de la agricultura hay otra brecha, que es el precio. La minería puede pagar el agua desalada".
TRANSPORTAR DE AGUA DESALADA
"En la agricultura hay cultivos de alto valor que sí pueden pagar el agua desalada. Además el costo real del agua no es el de desalación, sino que el de transporte", analizó Palacios.
El dirigente de la asociación aseguró que "lo difícil no es desalar el agua, sino que transportarla hasta donde se necesita, que es mucho más caro. Se necesita infraestructura compartida, como carreteras hídricas o sistemas de transporte de agua que puedan licitarse a través de la cartera de concesiones del MOP".
El dirigente instó a que esta infraestructura permita "a quienes compren, necesiten o produzcan agua, inyectar o retirar de esta infraestructura, que debiera proporcionar el sistema público. La gran brecha que tenemos hoy para la agricultura, en particular para la región de Coquimbo, donde se plantea una planta multipropósito que tiene que abastecer tanto a la ciudad como a la región de Ovalle, es llevar el agua a Ovalle", dijo. Por lo mismo, llamó a trabajar en "el modelo de negocio y distribución".