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Debido al déficit de vivienda imperante en Chile, la madera ha surgido como un material idóneo para la industria de la construcción, teniendo en cuenta que sus condiciones y características traen una serie de ventajas y beneficios, según han revelado los expertos en los últimos años.
Una de sus cualidades que más resuena en los tiempos actuales es su potencialidad como elemento para la sustentabilidad, en medio de los desafíos de la industria para adoptar alternativas que vayan de la mano con el cuidado del planeta.
Juan Pablo Pereira, presidente de Madera 21, incluso, sitúa a la madera como "la potencialidad de convertirse en el motor de la bioeconomía y la sustentabilidad en Chile".
Pero, ¿cómo este material puede posicionarse en un mercado altamente competitivo en donde el hormigón y el acero han sido el elemento predominante en la industria de la construcción chilena? ¿Qué tanto puede jugar a favor el valor sustentable de la madera con el medio ambiente para generar un cambio de paradigma e impulsar este elemento en el mediano a largo plazo?
El evaluador energético y asesor en edificación sostenible, Francisco Pascual Poblete, tiene una mirada de este tema y lo aborda en esta segunda parte de la entrevista con Tribuna Reportajes.
ENTREVISTA
-¿Por qué se dice que la madera presenta mejores condiciones para mitigar los efectos de la contaminación comparado a elementos como el hormigón y el acero?
El hormigón y el acero requieren en primer lugar la extracción de minerales, actividad que puede generar un alto impacto en ecosistemas de ríos o montañas, la madera no está exenta de ello si no se produce de manera responsable, para lo cual existen sistemas de certificación nacionales e internacionales que acreditan un manejo de bosques de manera sostenible, también existen prácticas foráneas de bosques heterogéneos en especies y aquellos que combinan una actividad silvícola con ganadería, reduciendo los impactos en el suelo y mejorando los ecosistemas.
-¿Qué resultados traen estas prácticas?
Este sistema productivo permite una captura de CO2 durante la vida del bosque la cual permanece en la madera si no es incinerada, la cual puede llegar hasta más de 1 tonelada y media de dióxido de carbono por cada m3 de madera en función de la especie y métodos de cosecha.
-¿Qué acciones se han implementado en Chile para elevar a la madera como elemento para la construcción?
La madera es el material constructivo de preferencia en países nórdicos, en Estados Unidos y Canadá, incluso para edificación en altura. En Chile y para recuperar el campo perdido en el sector de construcción de la zona central, porque en el sur sigue siendo un material culturalmente arraigado y de excelente calidad, se han realizado diversos esfuerzos en línea de regular la información entregada por el productor/vendedor por medio de la rotulación de las piezas, señalando su especie, su clasificación estructural, su contenido de humedad e impregnación, entre otros, los cuales son factores claves para garantizar las propiedades que se requieren en construcción.
-¿Qué beneficios trae la industrialización en madera?
A su vez se ha impulsado la industrialización del sector, tal como lo ha hecho el acero por años, esta vez ha sido el turno de la madera y también del hormigón en menor medida, con lo cual se puede realizar un control fuera de obra, bajo condiciones más favorables, se accede a proveedores con madera de mayor calidad debido al volumen de producción, se reduce considerablemente la cantidad de residuos generados, favorece su optimización y reutilización, entre varios beneficios.
-¿Qué ejemplos se han visto en Chile?
Los beneficios de la industrialización en madera permiten la materialización de edificaciones en media altura como lo fue la torre experimental Peñuelas en sus inicios, el edificio Horizonte del Pacifico en San Pedro de la Paz, los conjuntos habitacionales en Renca y Lo Espejo y el edificio con viviendas de integración social en Linares, el cual contará con certificación de vivienda sustentable y calificación energética, así como también es ejemplo el edificio de las oficinas de CMPC en Los Ángeles.
De este modo es esperable recuperar la experiencia importada para la edificación de los edificios residenciales en el campamento Sewell en el 1905, entre muchos buenos ejemplos de carácter nacional.
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