CMPC exhibe equipamiento para enfrentar temporada de incendios forestales

En los años 90, la empresa CMPC contaba con alrededor de 20 brigadas forestales distribuidas entre las regiones del Biobío y La Araucanía. Disponía de un solo helicóptero, destinado exclusivamente al traslado de brigadistas forestales, sin capacidad para apagar incendios con agua o líquidos retardantes. 

Recién a mediados de esa misma década, la compañía incorporó su primer aparato aéreo diseñado para el combate directo de los siniestros. 

Treinta años después, el panorama es completamente distinto. La empresa se prepara para la temporada de incendios forestales con medio centenar de brigadas que suman más de mil brigadistas y 24 aeronaves. Algunos de esos equipos, como el helicóptero Chinook, tienen la capacidad de arrojar cerca de 4.000 litros de agua en cualquier punto geográfico, además de trasladar a 15 combatientes del fuego. 

Ese equipamiento fue presentado por CMPC en su base aérea Trilahue, ubicada en la comuna de Cabrero, punto equidistante de los principales centros poblados del valle de la zona centro-sur. 

Por séptimo año consecutivo, se realizó una ceremonia que contó con la presencia de unas 800 personas, entre vecinos de comunidades cercanas, autoridades de las regiones del Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía, además de pilotos, brigadistas y representantes de la empresa y de Corma. La actividad estuvo marcada por el fallecimiento, en la víspera, del ejecutivo Alejandro Nova, a quien se dedicó un minuto de silencio y se destacaron sus cualidades personales. 

Durante el evento, se entregaron detalles del Plan Integrado para Prevención y Combate de Incendios que CMPC ejecuta durante el año. Dicho plan se enfoca en dos grandes pilares: la prevención y el combate. Este último incluye el detalle de las aeronaves disponibles y la especialización de las brigadas. 

Según la empresa, el objetivo es fortalecer el rol de las brigadas multipropósito —que involucran a 400 vecinos de zonas forestales— y responder de forma rápida y coordinada a los siniestros, priorizando la protección de vidas y hogares. 

OPINIONES

Francisco Ruiz-Tagle, gerente general de CMPC, destacó: "Como se pudo ver, en esta ceremonia se reúne la empresa, los vecinos, las autoridades regionales, la Conaf, los especialistas en incendios forestales y todas nuestras capacidades para prevenir y combatir incendios. Es muy provechoso". 

Subrayó que "toda esta fuerza que reunimos, esta organización, esta coordinación, es la que finalmente nos va a ayudar a tener una temporada, esperamos, mejor en materia de incendios forestales, sobre todo protegiendo a las personas y comunidades". 

El delegado presidencial provincial, Javier Fuchslocher, valoró "la colaboración público-privada entre las brigadas de CMPC, Conaf y otros organismos de seguridad del Estado, así como de la comunidad, que han permitido abordar diversos espacios de riesgo. Queremos seguir potenciando esa labor y perfeccionando la persecución del delito de la provocación de incendios". 

Rodrigo Díaz, gobernador regional del Biobío, resaltó que a partir de las "terribles experiencias" de los siniestros de la temporada 2016-2017 y de febrero de 2023, "hayan existido innovaciones que permiten al sector público y privado cooperar para prevenir los incendios y, si ocurren, atacarlos lo más rápido posible". 

Añadió que "hay una capacidad de reacción importantísima gracias a la incorporación de tecnología y una modalidad de ataque que busca controlar los incendios durante la primera hora. Esto ha sido implementado en conjunto". 

Rodrigo O'Ryan, presidente de Corma, comentó: "Estoy impresionado y también muy contento con lo que uno ve aquí. Se nota el compromiso de las empresas, de las personas y la conexión en el trabajo público-privado. Eso da esperanza para combatir los incendios con éxito". 

Laura Sepúlveda, presidenta de la Junta de Vecinos del sector El Saltillo de Pemuco, expresó: "Le doy una gran importancia a esta ceremonia, porque no conocíamos todo esto: las brigadas, cómo funcionan. Ha sido muy importante para darlo a conocer en nuestro sector y saber que se trabaja en conjunto, con helicópteros y equipos". 

Finalmente, Fabián Martínez, piloto de un helicóptero Bell 412, reflexionó: "Yo siempre digo que esta profesión es puro sentimiento. Uno realmente lo hace por vocación más que por verlo como un trabajo. Cuando termina un día complicado, tiene su parte amarga por todo lo que se pierde, pero también la satisfacción de haber dado todo para salvar personas, naturaleza y nuestro entorno".